Los precios de la nafta y del gasoil experimentaron un aumento significativo este miércoles, con un incremento entre un 4 y 5 por ciento a nivel nacional. Esta subida se produce a pesar de la reciente postergación por parte del Gobierno nacional de la actualización de los impuestos a los combustibles, que ahora se espera que entre en vigencia en junio.
Según fuentes de la industria, este aumento en los valores de los combustibles se atribuye a múltiples factores, incluyendo la devaluación del peso argentino y una reconfiguración de los márgenes de ganancia de las empresas petroleras. A pesar del anuncio previo del Gobierno de retrasar la aplicación de los impuestos en mayo, las petroleras han optado por ajustar los precios debido a estas condiciones del mercado.
Originalmente, se estimaba que el impacto del impuesto provocaría un aumento del 8% en los precios de los combustibles. Sin embargo, con la extensión de la medida impositiva, se espera ahora un incremento del 4 al 5 por ciento, gracias a las decisiones adoptadas por las empresas del sector.
Estos nuevos aumentos en los combustibles se suman a la preocupación de los consumidores y al contexto económico actual, donde las variaciones en los precios de los energéticos impactan directamente en el bolsillo de la ciudadanía.
A pesar de la expectativa de una menor suba debido al aplazamiento de los impuestos, la situación sigue generando incertidumbre entre los argentinos y plantea interrogantes sobre el equilibrio entre la necesidad de mantener la rentabilidad de las empresas y el impacto en la inflación y el poder adquisitivo de la población.