La ciudad de Cipolletti sufrió una de las peores tormentas en décadas, con vientos huracanados y lluvias torrenciales que causaron estragos en múltiples barrios.
Árboles centenarios fueron arrancados de raíz, postes de luz derribados y techos volaron por los aires, dejando un rastro de devastación que dejó a cientos de familias sin luz y con cuantiosas pérdidas materiales. Vecinos de las zonas más afectadas, como El Manzanar, San Pablo, Santa Clara, Los Tordos y La Falda, coinciden en que no habían vivido nada igual en décadas.
“Se voló todo, nosotros justo llegábamos anoche, habíamos ido hasta el río en Neuquén y cuando volvimos estaban las chapas del techo por todos lados y el árbol caído”, relató Matías, del barrio San Pablo. Otras familias, como la de Adriana en El Manzanar, continúan sin suministro eléctrico tras la caída de un árbol sobre el pilar de luz.
“Desde 2005 que vivo en Cipolletti y nunca viví algo igual. Anoche, el temporal duró unos 15 minutos, fue un tipo tornado”, cuenta Enrique, también del barrio El Manzanar.
Los comercios de la ciudad también sufrieron las consecuencias del temporal, con la caída de cartelería, toldos y el ingreso de agua en algunos locales. Incluso, el Club San Pablo vio cómo un muro de contención de 30 metros colapsaba por completo.
Las cuadrillas municipales y de la empresa de energía Edersa trabajan sin descanso para restablecer los servicios y limpiar las calles, mientras el intendente Rodrigo Buteler asegura que el impacto fue “significativo” y que la prioridad es recuperar los servicios esenciales.
