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Una famosa empresa de gaseosas fue condenada y deberá pagar más de un millón de dólares a un exempleado

 La empresa Refres Now S.A., fabricante de las populares bebidas Manaos, recibió una condena millonaria tras una demanda laboral presentada por un exempleado en San Rafael.

La resolución, emitida por la Cámara Segunda del Trabajo de ese departamento del sur mendocino, no solo pone de relieve las irregularidades laborales cometidas por la empresa, sino que también invita a reflexionar sobre la trayectoria y el modelo de negocio de esta emblemática compañía argentina.

EL FALLO QUE CONDENÓ AL MILLONARIO PAGO

El exempleado, quien se desempeñó como distribuidor en las provincias de Mendoza, San Juan y La Pampa, inició acciones legales tras ser desvinculado. La justicia determinó que la relación laboral se extendió desde 2013 hasta 2022, a pesar de la negativa de la empresa de reconocer la relación de dependencia durante todo ese período.

El tribunal dictaminó la existencia de irregularidades en la registración del vínculo laboral y un despido sin causa, lo que llevó a ordenar a Refres Now S.A. a pagar una indemnización de aproximadamente 1.500 millones de pesos, equivalentes a unos 1.200.000 dólares.

La sentencia, a cargo de los jueces Gonzalo Rivero, Mariana Carayol y Javier Castrillejo, establece que la empresa deberá abonar un total de $1.463.438.595, que incluye $227.727.259,45 en concepto de indemnización y $1.235.711.335,55 por intereses y costas. La cifra se incrementó considerablemente debido a la actualización de los valores correspondientes al período en que se mantuvo la relación laboral.

Según el Diario San Rafael, el exempleado denunció que durante los primeros meses de trabajo no fue debidamente registrado y que, además, se lo obligó a firmar acuerdos poco claros, gestionados por abogados que, según su testimonio, habrían sido contratados de forma irregular por la empresa.

La causa judicial también expuso que el trabajador sufrió descuentos ilegales en sus haberes y fue víctima de maniobras de evasión previsional. Con el tiempo, se le fueron retirando funciones específicas que antes tenía asignadas.

Un aspecto central de la investigación fue el análisis de los contratos laborales utilizados por la compañía. La Cámara consideró que estos documentos “simulaban situaciones” y que los denominados “acuerdos masivos” firmados ante el Servicio de Conciliación Laboral Obligatoria de CABA no fueron celebrados en condiciones transparentes. El denunciante declaró que el abogado que supuestamente lo representaba era un desconocido.

Tras el despido, la empresa ofreció una suma “conciliatoria” como compensación, pero el tribunal la consideró insuficiente y deficiente. Este fallo sienta un precedente importante en la defensa de los derechos laborales y pone en tela de juicio las prácticas de contratación de Refres Now S.A.

LOS ORÍGENES DE MANAOS: UNA HISTORIA DE RESENTIMIENTO Y SUPERACIÓN

Fundada en 1996, Refres Now S.A. se hizo conocida por ofrecer bebidas gaseosas a bajo costo bajo la marca Manaos. Además de Manaos, la empresa produce otros productos como las aguas minerales Villa Manaos, las bebidas saborizadas Placer, las gaseosas Bichi y el trago alcohólico Fernandito.

Orlando Canido, el fundador de Manaos, ha declarado que su motivación inicial para crear la empresa fue el “odio, resentimiento y rencor”. Tras una trayectoria como distribuidor de bebidas, Canido se vio afectado por cambios en las políticas comerciales de las grandes marcas, lo que lo impulsó a crear su propia gaseosa, “La Bichi”.

“Nadie daba un peso por mí, todos decían que me iba a fundir. ‘Vender es fácil, ahora vas a ver lo que es producir’”, recuerda Orlando sobre los comienzos.

La familia Canido comenzó distribuyendo bebidas a fines de la década del 70, enfrentando el desafío de vender productos poco demandados en zonas de difícil acceso. Tras años de esfuerzo, lograron convertirse en distribuidores exitosos.

Sin embargo, la cervecería Bieckert cambió de dueños, y Orlando tomó la decisión de dejar de ser distribuidor oficial y comenzó a repartir todo tipo de bebidas de forma independiente. “Siempre vendí para todas las empresas y vendí volumen. Y me posicioné en ventas en todas las marcas como el número uno”, afirma Canido.

El secreto de su crecimiento, según Canido, fue “hacer ganar plata a los clientes” a través de descuentos y bonificaciones, y ofrecer facilidades de pago que las grandes marcas no ofrecían.

Tras un cambio en la política de comercialización de las grandes marcas, Canido se asoció con una embotelladora para distribuir la gaseosa “Sao”. Sin embargo, tras un accidente que lo mantuvo un mes en terapia intensiva, la embotelladora prescindió de sus servicios.

“Sentí que me habían corrido, sacado de mala forma. Entonces, por resentimiento, por odio, por rencor puse esta fábrica”, declara Canido.

Así nació Manaos, la segunda marca que lanzó Orlando, que se hizo popular con la publicidad de “Vamos Manaos”. “Yo quería que sea como un grito de cancha. ‘Vamos Argentina, Vamos Manaos’”, recuerda Canido.

A lo largo de su historia, Manaos enfrentó diversos desafíos, como un incendio intencional que casi lleva a la empresa a la ruina, allanamientos masivos de la AFIP y la incautación de toda la producción por denuncias de mal sabor en 2019.

“Cuando le pisás los callos a un grande, es lógico que salte. Nunca pensé que iba vivir algo así. No tenía una gerencia anticrisis, fue una gran lección y también un golpe mortal”, rememora Canido.

En 2019, la empresa enfrentó denuncias por el mal sabor de su producto. Orlando Canido respondió enviando muestras a analizar a los principales laboratorios del mundo, quienes no encontraron nada raro o adulterado.

Con información de Diario San Rafael e iProfesional, editada y redactada por un periodista de ADNSUR