Una médica del Hospital de Añelo fue atacada físicamente durante un servicio de emergencia, lo que encendió una fuerte protesta sindical y un nuevo reclamo por mayor seguridad en centros de salud públicos. El hecho ocurrió el sábado, cuando la doctora Carola Reina acudió en ambulancia a una vivienda por una crisis psiquiátrica. Al descender sola del vehículo, recibió un golpe en el rostro antes de que llegara el móvil policial.
El sindicato ATE confirmó que la médica estaba cumpliendo funciones en la guardia y que la agresión se produjo en ausencia total de acompañamiento policial. “La policía recién actuó después del ataque”, denunciaron. Además, informaron que la denuncia formal no pudo realizarse ese mismo día por falta de personal en la comisaría, lo que refleja un cuadro crítico de desprotección institucional.
Tras el hecho, ATE emitió un duro comunicado exigiendo al Gobierno Provincial la implementación inmediata de medidas de resguardo para el personal sanitario. “Frente a los hechos de violencia verbal y física a la Dra. Reina Carola, lo repudiamos enérgicamente”, indicaron. También pidieron que se cumplan los compromisos asumidos en paritarias y se respeten los estándares de seguridad laboral recomendados por la Organización Mundial de la Salud.
Entre los reclamos, el gremio exige la activación de doble guardia médica y de choferes, vigilancia permanente, incorporación de equipos psicosociales con guardia pasiva, y planes de vivienda institucional para el personal sanitario, dada la emergencia habitacional que vive la localidad. Además, reiteraron la necesidad de cubrir cargos faltantes, especialmente en obstetricia y apoyo técnico, y mejorar la infraestructura hospitalaria.
Desde ATE advierten que la falta de recursos humanos está generando graves consecuencias en la salud mental del personal, con crecientes casos de estrés, ansiedad, depresión y agotamiento extremo. “El deterioro del sistema de salud pública en Añelo es alarmante”, señalaron, y agregaron que este tipo de agresiones se enmarca en una escalada de violencia generalizada producto del debilitamiento del Estado.