La incertidumbre, la angustia y el amor de una madre movilizan por estas horas a toda la comunidad de Loncopué, donde Karina Yanel Méndez busca desesperadamente a su hijo, Gabriel Sáez, de 22 años. El joven, conocido cariñosamente como “Palito” o “Pablito”, está desaparecido desde hace más de una semana y no ha dado señales de vida desde el último contacto telefónico, el lunes 5 de mayo por la tarde.
La madre compartió su pedido en redes sociales, donde su mensaje fue replicado cientos de veces. Sin emitir juicio ni acusación, solo dejó entrever la profundidad de su dolor: “Hoy hace 8 días que no sé de él. Quienes me conocen saben que soy una mamá presente y preocupada. Necesito saber si mi hijo está bien. Les pido que compartan este mensaje por si alguien lo vio o tiene alguna información”. Su posteo conmovió a vecinos y conocidos que rápidamente comenzaron a difundir la búsqueda.
Karina confirmó a LMN que ya radicó la denuncia por desaparición en la Comisaría 26 de Loncopué y relató cómo fue el último contacto: “El lunes hablé con él y el martes ya no respondió más. Su celular da apagado desde entonces y no volvió a escribir como solía hacerlo cuando tenía problemas con el teléfono”. La falta total de comunicación es lo que más alarma a la familia.
Gabriel mide aproximadamente 1.70 metros, es de contextura delgada, tez morocha y ojos marrones. Su madre aclaró que no solía desaparecer de esta manera, ya que aunque su celular fallara, siempre encontraba la forma de avisar que estaba bien. “Él me escribía desde otros teléfonos cuando algo le pasaba, pero esta vez no lo hizo y eso es lo que me tiene en esta desesperación”, dijo Karina.
Según explicó, su hijo solía viajar con frecuencia por trabajo entre Loncopué y la zona de la Confluencia, muchas veces haciendo dedo. En los últimos meses había vivido en Plottier y trabajado en Añelo, hasta que perdió el empleo. En su último viaje, había regresado a buscar sus pertenencias personales, y desde ese momento no se supo más nada de él. “Lo esperamos con vida, con esperanza, pero con el corazón en la mano”, expresó su madre.