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Celulosa Argentina enfrenta una de las peores crisis financieras de su historia y tomó una drástica decisión

 Celulosa Argentina, empresa emblemática del sector papelero nacional y fundada por Douglas Albrecht, Juan Collado y José Urtubey, comunicó oficialmente que no podrá afrontar el pago de sus obligaciones negociables ni los cheques de pago diferido correspondientes al mes de mayo de 2025.

Esta decisión se enmarca en un proceso de reestructuración de deuda iniciado a principios de abril, cuando la compañía contrató a la consultora financiera VALO Columbus para analizar alternativas estratégicas que permitan mejorar su perfil financiero.

La deuda total de la empresa asciende a unos 140 millones de dólares, una cifra que se ha vuelto insostenible debido a múltiples factores. Entre ellos, destaca un contexto macroeconómico local desafiante, caracterizado por una inflación elevada, una economía deprimida y una apreciación del tipo de cambio real que impactó negativamente en la competitividad exportadora. A esto se sumó una caída sostenida en la demanda interna y un aumento significativo de los costos expresados en dólares, lo que erosionó los márgenes operativos.

Además, la crisis se agravó con la afectación de la deuda de corto plazo tras la presentación a concurso preventivo de acreedores de otras empresas del sector agroindustrial, como Los Grobo Agropecuaria y Surcos, que generó un efecto contagio en la cadena de pagos y financiamiento.

IMPACTO FINANCIERO Y PERSPECTIVAS: ENTRE EL DEFAULT TÉCNICO Y LA BÚSQUEDA DE SOLUCIONES

Las calificadoras de riesgo han reflejado la delicada situación de Celulosa Argentina. Moody’s advirtió que en el segundo trimestre de 2025 la empresa debe afrontar vencimientos de capital e intereses cercanos a los 10 millones de dólares solo por obligaciones negociables, cifra que se eleva a 25 millones si se consideran pagarés bursátiles y cheques.

La agencia destacó que mientras las Obligaciones Negociables Clase 19, denominadas en pesos, están concentradas en inversores institucionales, las ON Clase 13, 17 y 18, denominadas en dólares o dólar linked, están atomizadas principalmente en manos de inversores minoristas, lo que complica la refinanciación.

Por su parte, la calificadora FIX SCR rebajó la nota crediticia de la empresa debido al deterioro en la generación de flujos de caja, la caída en los márgenes y los bajos niveles de liquidez que no logran recuperarse. También alertó sobre la elevada vulnerabilidad de Celulosa Argentina frente a factores externos y la pérdida de flexibilidad financiera.

En su comunicado, la empresa aseguró que todos los recursos disponibles se destinarán a garantizar la operación y la continuidad laboral, priorizando el abastecimiento a sus clientes. Asimismo, la consultora VALO Columbus continuará trabajando en comunicación directa con los acreedores y en la incorporación de nuevos socios que puedan aportar capital y fortalecer la estructura financiera.

La situación de Celulosa Argentina refleja las dificultades que enfrentan varias empresas industriales en el país, que deben lidiar con un entorno económico complejo, restricciones financieras y la necesidad urgente de reestructurar sus pasivos para evitar un colapso mayor. El futuro de la compañía dependerá en gran medida de la capacidad para cerrar acuerdos con sus acreedores y atraer inversores que permitan estabilizar su operación y preservar el empleo.