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El radiólogo que fue condenado por el abuso sexual de una niña en la Patagonia se fugó

 Un escándalo judicial sacude a la provincia de Neuquén, donde un hombre condenado por abuso sexual con acceso carnal a una niña de tres años logró evadir la cárcel y ahora se encuentra prófugo. Se trata del radiólogo Víctor Alejandro Cittino, quien debía presentarse el viernes pasado en Ciudad Judicial para comenzar a cumplir una condena de nueve años de prisión efectiva, pero nunca apareció. Desde entonces, la Policía lo busca intensamente.

Los hechos por los que fue condenado ocurrieron entre abril y julio de 2021, en una vivienda de Centenario donde el profesional residía. La causa se inició luego de que la víctima relatara espontáneamente lo ocurrido a su madre, lo que derivó en una investigación que incluyó informes médicos, testimonios y una Cámara Gesell. En septiembre de 2024, los jueces Juan Manuel Kees, Gustavo Ravizzoli y Luis Giorgetti lo declararon culpable por dos hechos de abuso agravado por el vínculo y la convivencia. La pena fue ratificada por un tribunal de impugnación en abril de este año.

La fuga se concretó justo cuando debía iniciarse la ejecución de la pena. Pese a que durante el proceso judicial el radiólogo se presentó a cada audiencia, el viernes 23 de mayo no acudió a la citación en la que iba a ser detenido, lo que activó la orden de captura. La jueza Raquel Gass dictó su rebeldía y desde entonces el Grupo Recaptura de la Policía lo busca sin éxito. Todo indica que el hombre se fugó con antelación: cuando la Policía fue a notificarlo días antes de la audiencia, un tercero les informó que ya no vivía en la dirección declarada.

El caso desnuda fallas graves en el sistema judicial y en el control a los condenados en libertad. Cittino debía presentarse cada miércoles en una comisaría cercana a su domicilio, pero ahora se investiga desde cuándo dejó de cumplir esa medida. Mientras tanto, la angustia de la familia de la víctima se mezcla con la impotencia. “Cuatro años esperando para esta determinación y se nos escapó de las manos”, dijo su madre, visiblemente conmocionada.