Ricardo Bustos, periodista de Esquel y militante de La Libertad Avanza en Chubut, rompió el silencio tras haber sido apartado de los grupos de WhatsApp del partido, y lo hizo con un mensaje cargado de definiciones políticas, reproches internos y un fuerte respaldo a la gestión del presidente Javier Milei.
La publicación dejó al descubierto una creciente tensión en la interna libertaria chubutense, con críticas explícitas hacia el manejo del partido a nivel local. “Yo soy hombre libre. No acepto órdenes de nadie y mucho menos que sugieras que armo operetas en contra de nuestro partido”, lanzó Bustos, marcando distancia con los señalamientos que habría recibido por parte del sector liderado por César Treffinger, presidente del partido en la provincia.
El conflicto se habría originado tras la difusión de información sobre una funcionaria, Lorena Caminoa, quien fuera corrida de su cargo como referente de ANSES en Puerto Madryn, por supuestos hechos que el propio Bustos consideró incompatible con los valores del espacio.
“Publiqué lo de Caminoa porque creo que es el ejemplo más claro del tipo de funcionarios que no debemos ni tener dentro de nuestro partido ni tolerar y mucho menos encubrir”, explicó.
Esta afirmación fue, al parecer, el detonante de su salida de los grupos internos, algo que Bustos cuestiona por ir en contra de los principios de libertad de expresión y debate que dice defender el liberalismo.
Lejos de victimizarse, Bustos asumió que su “error” fue haber compartido la información en el grupo, aunque remarcó una hipocresía interna: “Muchos de los que ahora te aplauden, en privado te critican y lo hicieron circular por todos lados”, apuntó, dejando entrever un clima de doble discurso dentro de la estructura partidaria.
Además, fue categórico sobre su lealtad: “Yo soy tu mejor aliado, César. Soy absolutamente transparente y respetuoso contigo”, escribió dirigiéndose directamente a Treffinger, aunque no sin señalar que el partido “no es un ejército donde nadie piensa y solo se compite por ver quién te pone más 👍”.
La publicación también funcionó como una suerte de manifiesto político personal. Bustos recordó que es liberal desde 1983 y que “nunca milité ni operé para ningún otro partido”, defendió su integridad y aseguró que “no es mi estilo andar difamando ni traicionando a nadie”.
Lejos de buscar cargos, según sus dichos en redes sociales, enfatizó su compromiso con la causa: “No estoy en el partido para ver qué cargo ligo. Estoy para defender la gestión de nuestro presidente cada día poniendo la cara y sin esconderme”.
Por úiltimo, cerró con una definición que resume su postura: “Nunca me voy a hacer el distraído cuando vea cosas que dañan a nuestro presidente, a nuestro partido y a vos mismo”.
En este contexto, la interna chubutense de La Libertad Avanza revela tensiones latentes entre el verticalismo partidario y quienes reclaman un espacio de debate genuino dentro del liberalismo. Bustos exige transparencia, coherencia y lealtad al ideario libertario; valores que, según él, hoy se ven amenazados por el accionar de algunos dirigentes del espacio.
La reacción pública del dirigente podría profundizar la grieta interna o bien abrir una instancia de discusión sobre el rumbo del partido en la provincia. Lo cierto es que las diferencias entre Bustos y Treffinger ya no se susurran en pasillos ni grupos de WhatsApp: ahora están sobre la mesa, y de cara a la militancia.