El martes 13 de marzo, la Policía del Chubut, en coordinación con fuerzas de seguridad de Río Negro, llevó a cabo un extenso operativo en El Maitén y áreas cercanas con el objetivo de enfrentar el abigeato y la caza ilegal.
En las últimas horas, se conoció que la investigación apunta contra diez personas, quienes presuntamente “cobraban a los cazadores para hacerles de guía”.
La intervención que permitió develar la organización se realizó días atrás, donde participaron más de 100 agentes, se decomisaron más de 50 armas de fuego, alrededor de 4.500 municiones de diversos calibres y cinco vehículos.
Según la información publicada por Jornada, el fiscal Carlos Díaz Mayer afirmó que un total de diez personas se encuentran bajo investigación por la caza furtiva.
Según Mayer, “son cazadores furtivos, gente de El Maitén que recibía gente de afuera, de otras provincias; en este caso había de La Pampa, de Puerto Madryn, algunos venían de Córdoba y Buenos Aires. Cobraban a los cazadores que venían a la zona por hacerles de guía, y no había nadie autorizado para eso”.
Sobre el destino de los animales, explicó: “Creemos que vendían la carne, la sacaban hacia otros lados, hacían embutidos y chacinados con el tema de la carne, se mezclaban con otros animales y se vendían. Una parte entiendo que consumían, porque hemos encontrado carne congelada”.
El operativo “Bautismo Colorado” se realizó de forma coordinada entre las fuerzas de seguridad de Chubut y de Río Negro. Se secuestraron armas, municiones, vehículos y 1.500 kg de carne de ciervo.
Con respecto a las personas investigadas, el fiscal indicó que “Entre la gente que viene de otra provincia y las personas que son propietarios de campos, personas que trabajan en campo. Hay un poco de todo”.
Algunos de los investigados “se dedicaron siempre a cazar, pero sin autorizaciones, y en algunos casos con permisos de algunas chacras, y en otros casos sin permisos y se metían igual”.
El letrado aseguró que habrá imputaciones en relación a la ley de fauna y tenencia ilegal de armas, como también se investiga la falsificación de documentos con los que lograron autorizaciones y permisos para obtener tenencias de armas y así ingresar a diferentes campos de la zona.
“La ley de fauna prevé penas de prisión de hasta cinco años, porque hay un agravante ante la existencia de una organización. Y después están las penas por tenencia ilegítima de armas y falsificación de documentos”, indicó.
Por otro lado, el fiscal manifestó que la temporada de caza de ciervo terminó en abril, y “surgió que el fin de semana habían salido a cazar. La carne que encontramos estaba fresca”.
Con información de Jornada
