El pasado viernes 16 de mayo, la ciudad de Caleta Olivia, fue escenario de un femicidio que sacudió a toda la provincia de Santa Cruz.
Antonella Aybar, una joven de 23 años y estudiante de enfermería, fue asesinada por su pareja, Nicolás Moyano, de 25 años, en un hecho que también dejó herida a la madre del agresor y culminó con el suicidio del femicida.
EL CRIMEN Y SUS CIRCUNSTANCIAS
El drama comenzó en la madrugada del viernes en una vivienda ubicada en la calle Escocia al 900, en el barrio 13 de Diciembre. Cerca de las 6 de la mañana, vecinos alertaron al 911 por una violenta discusión que se escuchaba en la casa. Cuando la Policía llegó, encontró a Estela Ganga, madre de Nicolás Moyano, tirada en la vereda con una herida de puñalada en la axila.
La mujer relató que su hijo estaba discutiendo con su pareja, Antonella Aybar, y que al intentar intervenir fue atacada con un cuchillo. Mientras Ganga era trasladada al Hospital Zonal “Padre Pedro Tardivo” para recibir atención médica, la Policía inició una búsqueda de los jóvenes, inicialmente creyendo que habían huido en una motocicleta.
Sin embargo, horas más tarde, tras obtener una orden judicial y con la ayuda de un cerrajero, ingresaron a la vivienda y encontraron los cuerpos sin vida de Nicolás y Antonella. La motocicleta también fue hallada dentro del domicilio, descartando la hipótesis de fuga.
LA FAMILIA Y UNA CIUDAD EN SHOCK
El padre de Antonella, Mario Aybar, expresó su profundo dolor y desconcierto ante la tragedia. “Jamás vi una señal. Mi hija nunca me contó nada. Era muy reservada, pero nunca tuvo marcas ni actitudes extrañas. Siempre fue dulce, tranquila, muy querida por todos”, declaró en un emotivo diálogo con Radio San Jorge.
Posteriormente, añadió que Nicolás siempre fue respetuoso con él y que no tenía conflictos con su hija, lo que hace aún más difícil entender el desenlace fatal.
La comunidad de Caleta Olivia se volcó a las calles en una marcha multitudinaria el sábado siguiente al femicidio, reclamando justicia y medidas para prevenir la violencia de género. La Universidad Nacional de la Patagonia Austral también expresó su pesar, recordando que en Argentina se registra un femicidio cada 30 horas.
CUESTIONAMIENTOS A LA ACTUACIÓN POLICIAL Y JUDICIAL
La investigación abrió un debate sobre la demora en la intervención policial. La madre de Nicolás declaró que autorizó el ingreso inmediato de la Policía a la vivienda, pero los efectivos esperaron varias horas la orden judicial para ingresar.
Según el comisario Elbio Ramírez, la Policía no pudo actuar antes por falta de autorización, aunque fuentes judiciales y familiares sostienen que en casos de flagrancia y peligro inminente no se requiere orden previa.
Mario Aybar cuestionó duramente la demora: “Me dijeron que el juez se enteró a las 9 y que la agresión ocurrió a las 6. Tres horas después… quizás se pudo haber evitado”.
Aunque no responsabiliza directamente a la Policía —pues su hijo forma parte de la fuerza—, sí señaló la necesidad de modificar leyes para permitir intervenciones más rápidas en situaciones extremas. La demora en el ingreso podría derivar en sumarios internos, incluso para el vocero policial, quien fue cuestionado por sus declaraciones públicas durante la investigación.
EL RELATO DE LA MADRE CONTRADICE AL VOCERO POLICIAL
Estela Ganga, docente y parte del equipo directivo de un establecimiento educativo, relató que al regresar a su casa a las 5:45 de la mañana escuchó ruidos y voces. Pensó que eran risas, pero luego escuchó a Antonella decir “no” a Nicolás. Al ingresar a la habitación, vio cómo su hijo golpeaba a su pareja.
Al salir Nicolás de la habitación, tomó un cuchillo en la cocina y la atacó a ella, causándole la herida en la axila. Logró forcejear y sacar el cuchillo del agresor, para luego salir a la calle donde fue auxiliada por un vecino que llamó a la Policía.
Las declaraciones de Ganga no mencionan que su hijo se haya ido de la casa, contradiciendo la versión policial inicial que indicaba que Nicolás habría huido en motocicleta. Esta contradicción es parte de la investigación en curso.
LA HIPÓTESIS DE FEMICIDIO SEGUIDO DE SUICIDIO
Fuentes vinculadas a la causa indicaron que existe una diferencia de al menos dos horas entre las muertes de Antonella y Nicolás. La joven habría fallecido entre las 6 y 7 de la mañana, apuñalada con el mismo cuchillo con el que fue herida la madre de Nicolás. Posteriormente, Nicolás se habría quitado la vida con otro arma.
La Justicia aguarda los resultados de la autopsia para confirmar la causa exacta de la muerte y avanzar en el esclarecimiento del caso. La investigación está a cargo del Juzgado de Instrucción Penal N°2 de Caleta Olivia, con intervención del Gabinete Criminalístico.
En medio del dolor, Mario Aybar lanzó un mensaje a la comunidad: “Que nadie se calle si sufre violencia. No sé qué pasó, no sé si ella lo vivía. Pero si alguien está pasando algo, que hable. Que ningún padre tenga que pasar por esto”.
La familia de Antonella, que viajó desde Buenos Aires para despedirla, y la sociedad en general, esperan que el caso sirva para visibilizar la violencia de género y mejorar la respuesta institucional ante estas situaciones.
Con información de El Caletense y La Opinión Austral, editada y redactada por un periodista de ADNSUR
