En un hecho alentador para la conservación de la fauna silvestre argentina, la Fundación Temaikèn anunció el nacimiento de Coihue, una nueva cría de huemul (Hippocamelus bisulcus) en la Estación de Recría y Rehabilitación Shoonem, ubicada en Alto Río Senguer, Chubut.
Coihue es hijo de Plata y Coirón, dos de los huemules fundadores del centro, y se suma a Shehuen, Aluen, Ñire y Cabela, nacidos previamente en este mismo espacio.
El nacimiento representa mucho más que una nueva vida: es un indicador clave de que las condiciones de cuidado, alimentación y manejo son óptimas para la reproducción de esta especie declarada “En Peligro” tanto a nivel nacional como internacional.
En Argentina, quedan apenas entre 350 y 500 ejemplares distribuidos en unas 60 poblaciones fragmentadas a lo largo de los bosques patagónicos.
El centro Shoonem, creado gracias al trabajo conjunto entre Fundación Temaikèn, investigadores, autoridades provinciales de Chubut y el respaldo del sector privado —en especial de Pan American Energy (PAE)— ha logrado un hito sin precedentes: realizar un seguimiento detallado del ciclo reproductivo del huemul en condiciones controladas, algo prácticamente imposible en vida silvestre.
Este seguimiento ha permitido descubrir comportamientos clave de la especie: las madres permanecen mucho tiempo con las crías y las esconden para alimentarse, mientras que los padres suelen mantener una distancia protectora. Esta información científica es valiosa no solo para garantizar el bienestar de los animales en cautiverio, sino también para diseñar futuras estrategias de reintroducción en hábitats naturales.
Desde su fundación hace 25 años, Temaikèn trabaja en la recuperación y conservación de especies amenazadas a través de centros especializados, como su Bioparque en Escobar o la reserva natural Osununú en Misiones. A través de acciones coordinadas con el sector público, académico y comunitario, busca restaurar el equilibrio de los ecosistemas y promover políticas ambientales sostenibles.
Este nuevo nacimiento, el quinto en Shoonem, no solo fortalece el futuro del huemul, sino que simboliza un compromiso concreto con la biodiversidad de la Patagonia, una región de valor ecológico incalculable.
¿POR QUÉ ES CRUCIAL CONSERVAR AL HUEMUL?
El huemul es una especie endémica del sur de Argentina y Chile, que habita exclusivamente en los bosques andino-patagónicos. En nuestro país, se encuentra en las provincias de Neuquén, Río Negro, Chubut y Santa Cruz. Sin embargo, sus poblaciones han sufrido un declive sostenido debido a la pérdida de hábitat, la caza furtiva, el avance humano sobre su territorio y enfermedades transmitidas por el ganado doméstico.
Considerado uno de los emblemas de la fauna patagónica, el huemul está presente en el escudo nacional argentino, pero su situación es crítica. Su conservación requiere esfuerzos integrales, que incluyan rehabilitación, reproducción en entornos controlados, investigación científica y reintroducción planificada.
Con iniciativas como la de Shoonem, impulsadas por Fundación Temaikèn junto a diversos actores, se abre una esperanza real de revertir el destino de esta especie, garantizando no solo su supervivencia, sino también su reinserción en los ecosistemas naturales.
¿Cómo es la Estación?
La Estación de Rehabilitación y Recría Shoonem, que fue construida con el aporte la ONG suiza Fundación
Erlenmeyer, alberga a los huemules de los lagos Fontana y la Plata en un espacio de 110 hectáreas de
campo con cercos adaptados especialmente para la contención de la especie. Posee una diversidad de
vegetación y geografía, lo permite que los animales tengan acceso a alimento, refugio y cubran todas las
necesidades de la especie. La estación se encuentra emplazada en la zona de distribución actual de la
especie, lo permite una mejor adaptación y evaluación de la evolución tanto de los ejemplares del plantel
fundador como de las crías.
¿Cómo se formó el primer grupo de huemules del Centro de Cría en Chubut?
En agosto de 2022, se realizó la primera campaña para llevar animales al centro de cría para investigación
y conformación del primer plantel reproductivo.
En cada uno de los traslados, se realiza un monitoreo permanente del ejemplar y se evalúan los
parámetros clínicos y sanitarios. Una vez que se obtienen todas las muestras programadas (sangre, pelos,
materia fecal, medidas morfológicas, etc) se les coloca un collar VHF. Gracias a esta tecnología, todos los días podemos ubicar a los huemules dentro de la estación de Rehabilitación y Recría, observar su estado
general, su comportamiento, el uso del territorio y la vinculación que se da entre los ejemplares, así como
también realizar el seguimiento de posible preñez y el desarrollo de la cría nacida.
Luego se los traslada hasta la Estación de Rehabilitación y Recría, en cajas diseñadas especialmente para
la especie, primero en bote y después por tierra con vehículos especiales, dada las condiciones del
terreno y las inclemencias del clima. Las campañas se realizan en los momentos donde se dan las mayores
nevadas para facilitar la observación y accesibilidad a los ejemplares.
Una vez allí, se procede a la apertura de las cajas y los ejemplares comienzan a explorar y adentrarse en el bosque. Con el paso de los días, comienzan a seleccionar su territorio y agruparse con otros otros ejemplares en el caso de que ellos quieran. En este momento, comienza la etapa de monitoreo y estudio de los ejemplares que se
encuentran dentro del centro.
