Con la firma de un decreto que convalida el traspaso de competencias, el gobernador Rolando Figueroa activó un paso clave hacia una obra que promete cambiar la dinámica vial de Neuquén capital. Se trata de la transformación integral de la Ruta Nacional 22, en el tramo comprendido entre el Tercer Puente y la rotonda de Casimiro Gómez. Este corredor es uno de los más transitados de la región Confluencia y será ampliado para responder al crecimiento urbano, productivo y turístico de la provincia.
La decisión se formalizó este jueves, cuando Figueroa ratificó el convenio que la Dirección Nacional de Vialidad y la Dirección Provincial de Vialidad firmaron el 28 de febrero. A partir de este acuerdo, la Nación autoriza a la Provincia a licitar, ejecutar y financiar las obras, en una muestra de confianza institucional. El propio gobernador había anticipado que el gobierno nacional —a través de los ministros Francos y Caputo— reconoció la eficiencia de la gestión neuquina y su capacidad de ejecutar infraestructura clave con fondos propios.
El proyecto incluye la duplicación de calzada en más de seis kilómetros, nuevas rotondas, un puente elevado, un segundo cruce sobre la Ruta Provincial 7 y la construcción de rulos viales que optimizarán los ingresos y egresos de la traza. Estas intervenciones impactarán positivamente en la seguridad vial y permitirán agilizar la circulación en un sector neurálgico del tránsito neuquino.
El tramo a intervenir se extiende desde el puente sobre la Ruta Provincial 7 hasta la rotonda de Casimiro Gómez. En paralelo, se duplicará la calzada entre el río Neuquén y el cruce elevado de la Ruta 7, con una extensión de 2,9 kilómetros. Según destacó el gobierno provincial, esta obra estructural acompañará el desarrollo económico de Neuquén, potenciando sectores clave como el turismo y la producción.