Este martes culminó la segunda jornada del paro nacional de 48 horas convocado por los gremios docentes universitarios en todo el país. En la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco (UNPSJB), la Asociación de Docentes Universitarios (ADU) volvió a expresar su preocupación ante el “desfinanciamiento sistemático” del sistema universitario y la falta de respuestas del Gobierno Nacional a los reclamos salariales.
Fabiana Mariño, integrante de ADU, explicó que la medida de fuerza forma parte de un plan de lucha que continuará en los próximos días con actividades de visibilización, como una panfleteada en la sede universitaria prevista para el jueves. “Estamos atravesando una situación crítica. No se trata solo del salario, sino de la falta de financiamiento para todo el sistema educativo y científico. La universidad está en riesgo”, remarcó.
Según Mariño, el ajuste que lleva adelante el gobierno de Javier Milei ya acumula más de 500 días y ha deteriorado profundamente las condiciones laborales y presupuestarias. “Tuvimos una inflación superior al 198% y nuestros salarios apenas recibieron una recomposición del 78% -afirmó, en diálogo con Actualidad 2.0-. Además, seguimos funcionando con el presupuesto reconducido de 2023, que además está subejecutado en muchas partidas”, denunció.
Entre las consecuencias más graves, la dirigente sindical destacó la paralización de más de 100 obras en universidades del país, la falta de fondos para comedores, becas estudiantiles, calefacción e infraestructura básica. También alertó sobre el desgranamiento de la planta docente y la migración de investigadores al exterior. “Se van docentes formados, difíciles de reemplazar. Y los científicos que habían vuelto al país están otra vez buscando irse para poder continuar con sus proyectos”, lamentó.
FUGA DE TALENTO ACADÉMICO Y AMENAZA SOBRE LAS JUBILACIONES UNIVERSITARIAS
La desfinanciación del sistema educativo también está provocando una pérdida sostenida de capital humano. “Muchos docentes hoy aceptan becas o propuestas en el exterior que antes habrían evaluado con más cautela. Pero ante la imposibilidad de sostener una familia con estos sueldos, hoy deciden irse”, señaló Mariño. La situación golpea tanto a la oferta académica como al sistema de investigación, cuyas becas y fondos han sido prácticamente paralizados, achicando año tras año el sistema científico nacional.
A este contexto se suma un profundo temor entre los docentes próximos a jubilarse por posibles cambios en el régimen previsional universitario. “Estamos en vilo. Nuestro sistema jubilatorio tiene características especiales, y es uno de los pocos que quedan en el país. Si el gobierno lo modifica, como ya lo planteó en el marco del acuerdo con el FMI, seríamos muy afectados”, advirtió la dirigente de ADU.
PARITARIA SIN DIÁLOGO Y SALARIOS CONGELADOS
En relación con las negociaciones salariales, Mariño fue tajante: “tuvimos solo dos reuniones paritarias este año y el gobierno ni siquiera se presentó. La Secretaría de Políticas Universitarias dispuso aumentos del 0% y luego del 1,3% por decreto. Eso no es negociación, es una imposición unilateral”. Según datos del último plenario, el 85% del cuerpo docente universitario está hoy por debajo de la línea de pobreza.
Sobre el panorama general, Mariño se mostró escéptica ante posibles mejoras. “Las expectativas son flojas. No hay señales de diálogo ni propuestas concretas. La sociedad está eligiendo otro modelo, pero ese modelo no incluye a la educación”, concluyó.
El paro universitario se da en el marco de una protesta federal impulsada por CONADU Histórica y otros gremios del sector, quienes exigen reapertura de paritarias, actualización presupuestaria urgente y condiciones dignas para la enseñanza y la investigación.
