La temporada de pesca de langostino que debía arrancar en el mes de marzo tras la finalización de la veda permanece totalmente paralizada. La decisión afecta directamente a localidades clave para la industria pesquera, como Puerto Deseado, Puerto Madryn y Mar del Plata, afectando toda la cadena de valor.
Actualmente, 113 barcos de la flota congeladora de langostino permanecen en puerto, sin realizar tareas de captura ni procesamiento.
¿CUÁL ES EL MOTIVO?
Entre ellas, la falta de acuerdo entre las cámaras empresarias y los gremios marítimos sobre una revisión del convenio colectivo de trabajo. Anualmente generan un estimativo de 600 millones de dólares en divisas y representa un componente central de las exportaciones del país.
Según informaron la Cámara de Armadores de Pesqueros y Congeladores de la Argentina (Capeca) y la Cámara Argentina Patagónica de Industrias Pesqueras (Capip), la paralización responde a una “crisis estructural que hace inviable la continuidad de la actividad”
En este marco, plantearon una revisión “urgente” del convenio colectivo vigente desde 2005 para iniciar un proceso de negociación colectiva con los gremios SOMU (Sindicato de Obreros Marítimos Unidos) y SIMAPE (Sindicato Marítimo de Pescadores).
El planteo principal es la reducción del 30% en el ítem salarial por producción, bajo el argumento de que ese componente estaba vinculado al precio internacional del langostino cuando rondaba los 12 dólares por kilo. Actualmente, el valor es de 5,50 dólares por kilo, mientras el costo de producción se ubica en 6,50 dólares, lo que genera una pérdida estimada en un dólar por kilo.
Ante este panorama, aseguraron voceros empresariales a Infobae que “se pierde un dólar por kilo. Es inviable salir a pescar”.
Por otro lado, también plantearon que el porcentaje del costo de la tripulación sobre las exportaciones alcanzó el 60% anualizado, considerando liquidaciones mensuales, aguinaldos, vacaciones y aportes. También solicitaron que el haber básico por navegación y otros conceptos salariales fueran absorbidos dentro del componente por producción, buscando simplificar la estructura remunerativa.
Las cámaras alertaron – en la nota enviada a la Secretaria de Trabajo – que la situación económica actual podría derivar en la paralización total de las actividades y en el quebranto masivo de empresas. Según indicaron, el sector reportó un quebranto del 15,4% sobre el total de ventas.
LA NEGATIVA DE LOS GREMIOS
Los gremios que nuclean a los trabajadores de los buques pesqueros rechazaron el plante de las cámaras empresariales. El secretario general del SIMAPE, Pablo Trueba, calificó la propuesta como “ilegal” y aseguró que la Secretaría de Trabajo no tiene facultades para homologar acuerdos que impliquen una reducción salarial. “Antes de llegar a tocarle el salario al tripulante, hay que ver cuánto gana cada representante de las empresas. Ellos cobran en dólares y no mostraron nunca sus números”, declaró.
Además, advirtió que la caída del poder adquisitivo se amplificaría si se concreta la rebaja del 30% en un contexto inflacionario. Con una inflación proyectada del 25% anual, según estimaciones oficiales, la pérdida de ingresos reales podría superar el 50%, según el dirigente gremial.
Mientras tanto, desde el SOMU, el delegado, Damián Basail, manifestó que el sindicato no está dispuesto a negociar ningún tipo de reducción salarial. “Las bases están muy firmes en la postura de no ceder. Hoy los barcos no han salido a pescar langostino, hace tres meses que ya deberían haberlo hecho y no comenzaron. Al ser el primer eslabón de la cadena productiva, nos vamos a mantener firmes en nuestra postura”, sostuvo.
Y agregó que la crisis podría afectar también al trabajo en tierra, en plantas de procesamiento y logística. Subrayó que el sindicato no negociará una baja en los salarios de los trabajadores en ninguna circunstancia.
EXPORTACIONES
Las exportaciones pesqueras durante 2024 alcanzaron los 2.000 millones de dólares, equivalentes al 3,9% de las exportaciones nacionales, y en la última década generaron 17.000 millones de dólares en divisas. Sin embargo, según las cámaras, el negocio se volvió inviable por la caída de precios y el aumento de los costos internos.
Uno de los factores señalados fue la baja sostenida del precio internacional del langostino entero, que cayó un 2,8% interanual, mientras que las colas de langostino retrocedieron un 5,6%. A esto se sumaron el aumento de costos internos, la competencia con el langostino de cultivo, el atraso en el tipo de cambio aplicado a las exportaciones, la continuidad de las retenciones, el alza de los derechos únicos de extracción, y la vigencia de “impuestos distorsivos”.
La audiencia solicitada por la cámara de empresarios y sindicatos tendrá lugar este jueves a las 15:00 en el Ministerio de Capital Humano, donde se prevé una discusión clave sobre el futuro inmediato del sector tanguero congelador.
La industria procesa cada año 800.000 toneladas de productos pesqueros, genera más de 46.000 empleos directos con remuneraciones elevadas, y exporta a más de 100 mercados internacionales, generando 2.000 millones de dólares en divisas anuales.