La muerte de dos jóvenes trabajadores en circunstancias trágicas y evitables conmueve al país y pone en evidencia la grave situación de seguridad laboral en algunas empresas contratistas del Estado.
Claudio Olgado, de 24 años, y Ezequiel Iriarte, de 27, operarios de la empresa Vial A, fallecieron intoxicados por gases tóxicos tras caer en una boca de inspección cloacal, mientras intentaban desobstruir un conducto sin contar con el equipo ni la capacitación necesaria para realizar esa tarea.
EL TRÁGICO ACCIDENTE QUE GOLPEA A LA PAMPA
El hecho ocurrió el martes pasado alrededor de las 13:00 horas, en la esquina de las calles Jujuy y Río de La Plata, en el norte de Santa Rosa. Claudio Olgado había retirado la tapa de la boca de tormenta y descendió para sacar un tapón que obstruía el paso del agua.
Al lograrlo, el agua impactó contra su pecho y la inhalación de gases tóxicos emanados de la cloaca lo desmayó casi en el acto. Su compañero Ezequiel Iriarte, en un acto de solidaridad y desesperación, bajó para ayudarlo, pero también quedó atrapado e intoxicado por los mismos gases.
Los gases inhalados fueron identificados como sulfuro de hidrógeno, un compuesto altamente tóxico que puede causar la pérdida inmediata del conocimiento y la muerte por insuficiencia respiratoria.
Los compañeros de trabajo, al notar que ninguno de los dos regresaba, alertaron a los servicios de emergencia. Los bomberos y la policía acudieron al lugar para realizar el rescate, pero la operación fue extremadamente peligrosa. Un bombero que ingresó con equipo de protección también sufrió intoxicación debido a una falla en su máscara de oxígeno y debió ser hospitalizado.
Claudio Olgado fue trasladado al Hospital René Favaloro, donde falleció casi inmediatamente debido a la gravedad de la intoxicación. Ezequiel Iriarte fue internado en terapia intensiva, pero murió al día siguiente a causa de complicaciones respiratorias derivadas de la inhalación del gas.
TESTIMONIOS Y DENUNCIAS SOBRE LAS CONDICIONES LABORALES
El padre de Claudio, Diego, relató con dolor que su hijo había expresado en varias ocasiones la falta de elementos de seguridad en la empresa. “Mi hijo venía y me decía que no tenían los elementos de seguridad. Yo le decía: ‘no te metas, no te metas’, y él me decía: ‘no me meto, se mete el capataz y yo le alcanzo las cosas desde arriba’”, contó Diego en un testimonio desgarrador.
“Fue porque le debían plata en unas obras en negro, era su último día, iba a venir a trabajar conmigo otra vez”, contó Diego en TN. “Cuando llegué al hospital, me dijeron que los estaban atendiendo. Llegó el capataz y me dijo que Claudio y Ezequiel no se pusieron los elementos, ´¿de qué elementos me estás hablando?´, le dije”, relató el padre de la víctima, quien trabajó gran parte de su vida haciendo trabajos similares.
Por su parte, compañeros de trabajo denunciaron que la tarea de descender a la cloaca no correspondía a Claudio ni a Ezequiel, quienes eran auxiliares, sino al oficial designado para ello.
Sin embargo y a través de sus abogados, aseguraron que los jefes los obligaban a bajar bajo amenazas y hostigamiento. “Si no lo hacían, el capataz les decía que eran unas putitas”, revelaron, describiendo un ambiente laboral de presión y amedrentamiento.
La muerte de los dos jóvenes generó una fuerte conmoción en Santa Rosa. Familiares, amigos y compañeros convocaron a marchas y reclamos para exigir justicia y mejoras en las condiciones laborales, además de reclamar que se investigue a fondo la responsabilidad de la empresa y de los responsables directos, y que se implementen medidas estrictas para evitar que tragedias similares vuelvan a ocurrir.