Federico Álvarez Castillo, el dueño de Etiqueta Negra, Gola y Quiu aseguró que la decisión responde a la reducción de aranceles y a su compromiso con el consumidor, en un contexto donde “el país va para mejor”.
Con más de 30 locales en el país y 250 empleados, Álvarez Castillo no teme a la llegada de marcas internacionales como Armani o Massimo Dutti.
“No lo hacemos por ellos, sino porque creemos en la nueva realidad del mercado”, explicó en diálogo con La Nación.
El empresario, que en los 80 lideró marcas como Mango y Soviet, y luego gestionó licencias como Emporio Armani y Lacoste, destacó que su margen neto ronda el 10-15%.
“La gente cree que por ser premium somos millonarios, pero nuestros costos son altísimos por impuestos y salarios”, aclaró.
DE EXPORTAR LIMONES A COMPETIR SIN TRABAS
Durante la entrevista con diario La Nación, el empresario recordó los años de incertidumbre:
“Tuvimos que exportar limones para importar ropa. Era un delirio”. Hoy, en cambio, ve un escenario estable: “Antes sobrevivíamos; ahora podemos pensar en crecer”.
Además criticó los impuestos que encarecen los productos: “Un auto de US$100.000 acá cuesta US$165.000. En Chile, US$105.000”, dijo, sin embargo confía en que la reducción de cargas impositivas continuará.
Con planes de apertura en Nordelta y remodelaciones, Álvarez Castillo resumió su filosofía: “El riesgo empresarial es lo normal. Hay que competir, no hacer malabares”.