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Con solo 14 años, Agustín Carrizo debutó en la Primera de Huracán: “No estaba pensando en el partido, estaba feliz”

 El juvenil surgido de las inferiores del Globo cumplió el sueño de cualquier chico: debutar en Primera División. Con apenas 14 años, Agustín fue convocado de imprevisto y terminó jugando unos minutos en la goleada de su equipo contra Tiro Federal.

“Cuando entré no pensé mucho, pero después miraba alrededor y pensaba ‘mira dónde estoy’”, contó el volante, que ahora además se va a probar en Vélez.

Con la camiseta número 14 en la espalda y una mezcla de nervios, ilusión y asombro, Agustín dio el gran paso. A los 14 años, el juvenil del Club Atlético Huracán de Comodoro Rivadavia vivió su debut en la Primera División del club que lo formó desde los nueve. En una jornada que seguramente quedará grabada a fuego en su memoria, el mediocampista ofensivo fue convocado de urgencia al banco de suplentes y terminó ingresando en la segunda mitad del encuentro.

“Primero estaba medio nervioso porque a mí me informaron que jugaba con mi categoría, y cuando terminó el primer tiempo me dijeron que me habían subido a Primera, al banco. Ahí me puse contento”, contó Agustín, todavía con la emoción en la voz, en diálogo con Pasta de Campeón.

La jornada comenzó como una más para él, jugando con la Octava División, su categoría natural. Pero tras el primer tiempo, todo cambió. “Salí a jugar el segundo tiempo con mi categoría medio nervioso, como que no me salían las cosas, porque estaba pensando en lo otro”, confesó.

Ya en la entrada en calor con el plantel superior, el chico nacido en 2010 sintió el vértigo de una categoría donde el ritmo, la velocidad y el roce son otros. “Sí, se nota la diferencia. Venía jugando en Reserva y parece que me venían viendo. Me subieron a Primera”, explicó.

Agustín juega como volante interno, aunque también ha rendido como extremo. “Juego de interno por izquierda o por derecha, pero me gusta más por izquierda. Este año venía jugando de extremo, mi profe me probó ahí y me dijo que lo hacía muy bien, pero ahora estoy de interno de nuevo por la formación”, detalló.

El día de su debut, su ingreso se dio tras un córner, sin tiempo para pensarlo mucho. “Cuando entré había un córner y no pensé mucho en eso. Pero después, con el partido en marcha, no estaba pensando tanto en el juego, estaba feliz porque había llegado a Primera con 14 años”, relató.

El respaldo del cuerpo técnico fue clave para ayudarlo a soltarse. “El Gato (Montesino) me dijo que esté tranquilo, que haga lo que sé y que disfrute. Y lo disfruté mucho”, expresó con una sonrisa.

En la tribuna, su mamá, su padrastro y su abuelo no se perdieron el momento. “Estaban re contentos. Cuando estaba por entrar no los vi, pero cuando salí me felicitaron, me abrazaron. Mi abuelo es muy futbolero, así que sabía lo que significaba esto”, agregó.

La historia de Agustín en Huracán comenzó a los 9 años, cuando empezó a entrenar con categorías más grandes. “En ese momento no había Pre-novena, así que entrenaba con la Novena siendo 2010. Jugaba de titular, todo”, recordó.

Hoy, mientras digiere su debut soñado, el fútbol le abre nuevas puertas: esta semana viaja a Buenos Aires para realizar una prueba en Vélez Sarsfield.

“Voy a estar entrenando con el equipo, con los que ya están ahí, una semana. Capaz que me digan que me quede otra más, no sé” comentó, con la esperanza de que otra gran oportunidad se concrete.

No es la primera vez que Vélez pone sus ojos en él. “Cuando tenía 10 u 11 años estaba fichado allá, jugué unos seis meses. Después me volví porque mi papá estaba enfermo y no volví más. Pero quedó el contacto y ahora me volvieron a llamar”, explicó.

Con una humildad que impresiona tanto como su talento, Agustín cierra la charla con los pies sobre la tierra y el corazón lleno de fútbol. “Por el momento estoy tranquilo, pero ojalá me puedan volver a convocar”, dice con esperanza.