Cristian Martín Caumuillán, oficial inspector de la Policía de Río Negro, comenzó a cumplir una condena de 9 años de prisión por tortura y abuso sexual agravado. La sentencia fue dictada por un tribunal de Cipolletti y confirmada recientemente por la Corte Suprema de Justicia de la Nación, lo que habilitó su detención y encarcelamiento.
Se detalló que el arresto fue ordenado por la jueza Florencia Caruso Martín y se concretó el martes por la noche en la localidad de Luis Beltrán. Una comisión conformada por el subcomisario Simone Britez y el fiscal de turno de Choele Choel, Germán Balditarra, ejecutó el procedimiento sin necesidad de allanar la vivienda. Caumuillán quedó alojado en la Comisaría 37 de Chimpay, a la espera de ser derivado por el Servicio Penitenciario Provincial a una unidad carcelaria donde cumplirá la pena.
Los hechos por los que fue condenado ocurrieron el 17 de mayo de 2020, en plena pandemia, en inmediaciones de la toma 2 de Febrero del barrio Anai Mapu de Cipolletti. Esa madrugada, Caumuillán alertó a la comisaría 45 tras escuchar ruidos en una iglesia evangélica donde él también vivía. Junto a otro agente, Leandro Galarce, ingresó al templo y redujo violentamente a dos jóvenes a quienes acusaban de intento de robo.
La Justicia comprobó que uno de los detenidos fue torturado y abusado sexualmente con una cachiporra, lo que fue luego acreditado por pericias médicas. El tribunal sostuvo que el accionar de Caumuillán fue una muestra de poder y venganza, y lo encontró culpable de los delitos de tortura y abuso sexual agravado en concurso real.
Durante el juicio oral, realizado en junio de 2022 en Cipolletti, el otro policía imputado, Leandro Galarce, fue absuelto, mientras que Caumuillán fue condenado pero permaneció en libertad hasta agotar todas las instancias de apelación. El tribunal que lo condenó estuvo compuesto por los jueces Florencia Caruso, Sonia Martín y Marcelo Gómez, quienes coincidieron con la fiscalía y la querella en que los hechos configuraban delitos gravísimos.
La defensa del uniformado recurrió el fallo ante el Tribunal de Impugnación, que ratificó la condena, y luego ante el Superior Tribunal de Justicia de Río Negro, que también la confirmó. Finalmente, la Corte Suprema de Justicia de la Nación desestimó los planteos defensivos, dejando firme la condena.
“Caumuillán ejercía un poder de hecho, siendo funcionario público y con el único fin de hacerles sentir dolor y padecimiento”, sostuvieron los jueces del Tribunal de Impugnación. El relato describe una escena de violencia y humillación que dejó secuelas físicas y emocionales en la víctima.
Ahora, con el fallo firme, el exoficial de 43 años ya está privado de su libertad. La Justicia provincial deberá definir si permanece en una unidad policial o es trasladado a una unidad del Servicio Penitenciario Rionegrino, como corresponde a los condenados por delitos comunes.
