Dos tragedias casi simultáneas por intoxicación con monóxido de carbono sacudieron a Cipolletti y Allen en las últimas horas. En el primer caso, un joven de 29 años fue hallado muerto en su vivienda, mientras que en la segunda ciudad, una mujer falleció y su hija fue hospitalizada en grave estado. Las autoridades insisten en la prevención y el control de artefactos de calefacción ante las bajas temperaturas.
En Cipolletti, Juan Ignacio Moreira Tarantino fue encontrado sin vida en su casa de calle Dante Alighieri. Fue un amigo quien, preocupado por no obtener respuestas a sus llamados, se acercó al domicilio y lo vio desvanecido desde la ventana. Inmediatamente alertó a la Policía, que ingresó por la fuerza y confirmó el deceso. El subcomisario Patricio Mussari González, de la Subcomisaría 79, informó que la autopsia confirmó la muerte por monóxido.
Dentro de la vivienda se percibía una fuerte concentración del gas, lo que refuerza la teoría de un desperfecto en un artefacto de calefacción. El joven vivía solo y no se registraron signos de violencia, por lo que la causa se caratuló como muerte accidental. La noticia generó conmoción entre allegados y vecinos del sector, ubicado a pocos metros de la avenida La Plata.
En paralelo, otra tragedia se produjo en Allen. Una mujer de 65 años murió intoxicada por monóxido de carbono, y su hija de 30 años fue trasladada de urgencia a una clínica de General Roca. Las autoridades fueron alertadas por vecinos ante la sospecha de una pérdida de gas. Al ingresar, hallaron a ambas desvanecidas. La joven logró ser estabilizada y continúa en observación.
Desde Defensa Civil recordaron los síntomas más comunes de intoxicación con monóxido: dolor de cabeza, mareos, somnolencia, debilidad, náuseas y pérdida de conciencia. El gas es inodoro, incoloro e insípido, lo que lo vuelve especialmente peligroso. Además, es más frecuente en invierno, cuando las personas cierran puertas y ventanas y encienden estufas por largo tiempo sin la debida ventilación.