El gobernador de Chubut, Ignacio Torres, realizó en las últimas horas gestiones para tratar de destrabar el conflicto pesquero que mantiene paralizada la flota tangonera de langostino, pese a que se aclaró, desde un primer momento, que no es un tema de injerencia provincial, ya que no se cuentan con las facultades legales para intervenir de forma directa.
En este marco, surge la confirmación de una reunión para este viernes 13 de junio desde las 9:30 de la mañana, en la sede del Ministerio de Trabajo de la Nación en Capital Federal, a partir de las gestiones del mandatario provincial.
Del encuentro, según publica Radio 3, participarán los gobernadores de Chubut, Ignacio Torres; de Santa Cruz, Claudio Vidal; de Río Negro, Alberto Weretilneck; y posiblemente el gobernador de Buenos Aires, Axel Kicillof, además de los gobernadores de Chaco y Corrientes, y representantes de los gremios y del Gobierno Nacional.
Los trabajadores afiliados al SOMU, en disidencia con la conducción nacional, mantuvieron cortes sobre la Ruta 3, en el acceso sur a Puerto Madryn, durante el lunes y martes, con el objetivo de visibilizar la protesta que afecta los puestos de trabajo desde hace meses.
El titular de SOMU en Puerto Madryn, César Zapata, reconoció que es un “momento crítico”, ya que la paralización de la temporada de langostinos afecta directamente las fuentes de trabajo. “Es fundamental que se entienda que no estamos pidiendo aumentos ni beneficios extraordinarios; simplemente queremos la oportunidad de salir a trabajar. La reactivación de la actividad pesquera es vital no solo para nosotros, sino para toda la comunidad que depende de esta industria”, afirmó.
En diálogo con Radio 3, Zapata manifestó que la clave para resolver este conflicto radica en el gobierno nacional: “Todos los gobernadores están comprometidos en buscar una solución, y es esencial que se nos escuche. Necesitamos que se abran las puertas al diálogo y que se nos brinde la posibilidad de volver a nuestros labores, porque al final del día, lo que buscamos es el bienestar de nuestras familias y de la industria pesquera en su conjunto”.
“SE HAN DESENTENDIDO”
El secretario de Pesca de Chubut, Andrés Arbeletche, cuestionó con dureza al Gobierno Nacional por su falta de intervención en el conflicto pesquero del langostino, que involucra a cinco provincias costeras. “El Estado se ha desentendido absolutamente de un conflicto nacional”, denunció el funcionario.
Por otro lado, recordó que la provincia afrontó un conflicto similar el año pasado y lo resolvió con más de 35 reuniones y un acuerdo paritario firmado a las tres de la mañana. “Nunca nos desentendimos del problema”, contrastó con la actitud nacional. “Acá estamos pagando la desidia”, agregó.
“Pedimos que se reduzca el Derecho Único de Extracción, que bajen las retenciones y el impuesto a las ganancias que pagan los trabajadores de la marinería. Son medidas que harían rentable la actividad sin afectar los salarios”, concluyó.
¿CUÁL ES EL ORIGEN DEL CONFLICTO?
La temporada de pesca de langostino que debía arrancar en el mes de marzo tras la finalización de la veda permanece totalmente paralizada. La decisión afecta directamente a localidades clave para la industria pesquera, como Puerto Deseado, Puerto Madryn y Mar del Plata, afectando toda la cadena de valor.
Actualmente, 113 barcos de la flota congeladora de langostino permanecen en puerto, sin realizar tareas de captura ni procesamiento.
Entre ellas, la falta de acuerdo entre las cámaras empresarias y los gremios marítimos sobre una revisión del convenio colectivo de trabajo. Anualmente generan un estimativo de 600 millones de dólares en divisas y representan un componente central de las exportaciones del país.
Según informaron la Cámara de Armadores de Pesqueros y Congeladores de la Argentina (Capeca) y la Cámara Argentina Patagónica de Industrias Pesqueras (Capip), la paralización responde a una “crisis estructural que hace inviable la continuidad de la actividad”.
En este marco, plantearon una revisión “urgente” del convenio colectivo vigente desde 2005 para iniciar un proceso de negociación colectiva con los gremios SOMU (Sindicato de Obreros Marítimos Unidos) y SIMAPE (Sindicato Marítimo de Pescadores).
El planteo principal es la reducción del 30% en el ítem salarial por producción, bajo el argumento de que ese componente estaba vinculado al precio internacional del langostino cuando rondaba los 12 dólares por kilo. Actualmente, el valor es de 5,50 dólares por kilo, mientras que el costo de producción se ubica en 6,50 dólares, lo que genera una pérdida estimada en un dólar por kilo.
Por otro lado, también plantearon que el porcentaje del costo de la tripulación sobre las exportaciones alcanzó el 60% anualizado, considerando liquidaciones mensuales, aguinaldos, vacaciones y aportes. También solicitaron que el haber básico por navegación y otros conceptos salariales fueran absorbidos dentro del componente por producción, buscando simplificar la estructura remunerativa. Sin embargo, los gremios rechazaron todas las propuestas que afectan directamente los salarios.