La tarde del pasado sábado 28 de junio quedará marcada en la memoria de la localidad mendocina de Tupungato por un hecho de violencia extrema que sacudió a toda la comunidad. Ramón Ismael Ortega, de 50 años, fue asesinado de un disparo por su jefe, Ernesto Isuani Mazzeo, de 73, tras una discusión que comenzó por el reclamo del pago del aguinaldo y terminó en tragedia.
EL PAGO DEL AGUINALDO QUE TERMINÓ EN TRAGEDIA
Todo ocurrió en una vivienda ubicada en la intersección de las calles México y Bolivia, en el barrio Los Almendros. Ortega, empleado de larga data de Isuani Mazzeo, acudió al domicilio de su jefe para conversar sobre cuestiones laborales. Según la reconstrucción policial, ambos mantenían una relación conocida en el ámbito local y el encuentro comenzó de manera cordial.
Sin embargo, la situación cambió drásticamente cuando Ortega exigió el pago del aguinaldo, una obligación salarial que, según su reclamo, no había sido cumplida. Ambos habían consumido bebidas alcohólicas durante la reunión, lo que exacerbó los ánimos y precipitó el conflicto.
Poco después del hecho, cerca de las 20 horas, el propio Isuani Mazzeo llamó al 911 y confesó el crimen, asegurando que esperaría a la policía en el lugar. Cuando los efectivos llegaron, encontraron al sospechoso junto al cuerpo sin vida de Ortega.
Personal de la Policía Científica, la Unidad de Investigaciones de Tupungato y la Oficina Fiscal trabajaron en la escena, realizando las pericias correspondientes. Se aguardan los resultados de la autopsia para esclarecer detalles de la mecánica del hecho
La causa quedó a cargo de la Fiscalía N°20 y fue caratulada como “averiguación de homicidio”. Ahora, la Justicia deberá determinar si se trató de un caso de legítima defensa, un homicidio simple o con agravantes, en función de los elementos que surjan de la investigación. Por el momento, Isuani Mazzeo permanece a disposición judicial y no se descarta que sea imputado formalmente en las próximas horas.
El caso generó una fuerte conmoción en Tupungato, donde tanto la víctima como el acusado eran conocidos. El trasfondo del conflicto, vinculado a una deuda laboral y agravado por el consumo de alcohol, reaviva el debate sobre las condiciones laborales, la resolución de conflictos y el acceso a armas de fuego en el ámbito doméstico.
Mientras la investigación avanza, la localidad permanece atenta a la resolución judicial y al esclarecimiento de los hechos que derivaron en una muerte absurda e irreparable.
Con información de Los Andes, editada y redactada por un periodista de ADNSUR