La captura accidental de un tiburón peregrino por parte de un buque pesquero de Puerto Madryn reavivó el debate sobre la pesca incidental y los protocolos de conservación. El ejemplar fue devuelto al mar, aunque especialistas temen que haya muerto.
Un tiburón peregrino de aproximadamente 9 metros fue capturado accidentalmente por el buque pesquero Virgen María mientras realizaba tareas de pesca de merluza en aguas cercanas a Puerto Madryn. La imagen del enorme animal publicada en redes sociales generó de inmediato una fuerte polémica y múltiples cuestionamientos por parte de la ciudadanía y sectores ambientalistas.
El hecho, ocurrido en los últimos días, fue explicado por el investigador y docente del Instituto de Hidrobiología de la Universidad Nacional de la Patagonia, Nelson Bovcon, quien aclaró que este tipo de captura corresponde a lo que se conoce como “pesca incidental”, ya que las redes utilizadas no son selectivas.
“Muchas veces otras especies que acompañan a la merluza son capturadas de forma no intencional”, indicó el especialista.
Bovcon sostuvo además que la tripulación actuó en línea con los protocolos establecidos, intentando devolver al animal al mar una vez detectada su presencia. No obstante, reconoció que, debido a las características del incidente, es probable que el tiburón haya regresado sin vida al agua.
El caso fue notificado al Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero (INIDEP), y desde el ámbito científico se reiteró la necesidad de avanzar en la mejora tecnológica de las artes de pesca para reducir este tipo de capturas no deseadas.
Mientras tanto, la controversia sigue abierta y pone una vez más en el centro del debate la tensión entre la actividad pesquera industrial y la conservación marina.
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