En medio de la expectativa por la inminente definición de la Corte Suprema en la causa Vialidad, Cristina Kirchner reapareció este sábado en un acto en la provincia de Corrientes, donde lanzó duras críticas al Gobierno nacional y a la oposición, y volvió a denunciar una persecución judicial en su contra. “Si estoy tan acabada, ¿por qué no me dejan competir y me derrotan políticamente?”, desafió.
La ex presidente viajó a Paso de los Libres para respaldar la candidatura a gobernador del actual intendente local, Martín “Tincho” Ascúa, en un acto del PJ que se desarrolló en el Anfiteatro Carlos Gomes y reunió a militantes y referentes locales.
Durante su discurso, Cristina recordó los logros de sus gestiones y contrastó el presente económico con aquel entonces. “Antes los pibes tenían computadoras en las escuelas, lanzábamos satélites al espacio, ahora a la gente no le alcanza para comer”, dijo. Y agregó: “fueron 12 años donde creamos universidades en cada provincia”.
En tono irónico, también cruzó al presidente Javier Milei: “que no nos vengan a contar del superávit. Lo tuvimos en el 2003 y hasta el 2008, hasta que se cayó el mundo. La gente llegaba a fin de mes, podía ahorrar y tener futuro. Vivía en un país mejor y era un cachito feliz. No nos van a borrar la memoria”.
La vicepresidenta ensayó además una autocrítica sobre la gestión del Frente de Todos: “la esperanza cuando nos eligió en el 2019, desgraciadamente, no estuvo a la altura. No es la primera vez en la historia del peronismo que alguien llega en nombre de un proyecto colectivo y lo transforma en una aventura personal. Ni será la última”.
Cristina también aludió a la reciente tensión interna en el peronismo, tras el anuncio del desdoblamiento electoral en la provincia de Buenos Aires: “tenemos que volver a organizarnos y en eso estábamos cuando hace una semana anuncié ante el desdoblamiento en PBA y se desataron los demonios”, señaló. Y denunció: “se desataron los demonios y empezaron a pedir de todos lados que me metan presa”.
“Me gatillaron en la cara, porque me quieren presa o muerta, pero no van a impedir que vuelva el pueblo”, enfatizó. Y agregó: “no van a tener asegurado nada por votar cualquier cosa en el Congreso, se los van a comer los piojos”, advirtió.
Sobre el Gobierno nacional, sostuvo: “este modelo es como el yogurt, puede no tener fecha de vencimiento, pero que se vence, se vence”.
Hacia el final, celebró la candidatura de Ascúa y llamó a transformar Corrientes: “no está bueno vivir en una provincia donde se roban un pibe”, dijo en referencia al Caso Loan, el niño de 5 años desaparecido hace casi un año. “Tenemos que construir una Corrientes mejor. La gente necesita que la cuiden. Es necesario aunar esfuerzos y pensar que nadie se salva solo”.
La presentación de Cristina Kirchner llega en un momento clave para el peronismo, que atraviesa un proceso de reconfiguración interna de cara a las elecciones legislativas del 7 de septiembre.
Su reaparición pública también busca enviar un mensaje de fortaleza política ante la inminente decisión de la Corte Suprema en la causa Vialidad, que podría condicionar su futuro electoral. Además, su presencia en el interior del país, en un distrito estratégico del Norte Grande, apunta a consolidar apoyos en la región.
Por otro lado, este regreso a la escena nacional ocurre en un contexto de creciente tensión con el gobernador Axel Kicillof. En las últimas horas, ambos dirigentes mantuvieron un encuentro para avanzar en la conformación de una mesa política común y proyectar un armado de listas conjuntas en la provincia de Buenos Aires.