Hay jugadores que marcan una época. Que sin ser los más rutilantes, se ganan el corazón del hincha con talento, compromiso y humildad. Uno de ellos es el ex futbolista comodorense que dejó una huella imborrable en el CFR Cluj y que regresó de visita para encontrarse con el mítico estadio de Gruia donde alcanzó la gloria y donde cosechó siete títulos.
Allá por diciembre de 2011, en una entrevista realizada para la “Gazeta Spoerturilop” de Rumania, Peralta abrió su intimidad y contó que: “Sin duda, volveré con Lucía dentro de 10 o 12 años para enseñarle dónde nació”.
Finalmente, ese regreso pudo concretarse y la familia tuvo la oportunidad de rememorar junto al hoy ex futbolista profesional parte de su vida donde dejó un grato recuerdo, luego de casi 14 años de dicha entrevista.
Fue un viaje donde “”Mumo” estuvo acompañado por su esposa e hijos, y donde fue recibido con los brazos abiertos por el club y la ciudad.
No es para menos: su paso por el equipo rumano quedó grabado en la historia grande. Jugó 110 partidos oficiales y levantó 7 títulos, formando parte de una generación dorada para el CFR.
“Fue una alegría volver a verte, Mumo, y recordar los hermosos momentos vividos juntos. Siempre serás recibido con los brazos abiertos cada vez que cruces nuestra puerta”, publicó el club en sus redes sociales junto a una emotiva imagen del comodorense que se animó a pisar una pelota en el campo de juego y encontrarse con fotos y recuerdos ante la mirada de su familia.
De hecho Rumania es parte de la vida de los Peralta y es que Lucía es nacida en dicho país, en una visita donde la familia vivió por casi cinco temporadas antes de seguir el camino del fútbol rumbo a Chile para vestir la casaca de la Universidad Católica.
El comodorense con el Cluj consiguió 2 títulos de Liga, 3 Copas de Rumania y 2 Supercopa de Rumania fueron los trofeso obtenidos por “Mumo” en donde compartió equipo con sus compatriotas Emanuel Culio, Cristian Fabbiani, Sebastián Dubarbier, por nombrar a algunos.
Peralta, surgido en CAI y donde debutó en Primera a División de la mano de Huracán y con pasos por el Inter de Milán, Racing, Santos Laguna, Tigres, se ganó en Rumania el respeto de propios y ajenos. En Rumania no sólo lo recuerdan por su pegada y pase fino, sino también por su perfil bajo y su entrega constante.
Hoy, a la distancia, su nombre sigue siendo sinónimo de grandeza. Porque hay futbolistas que se van… pero nunca se olvidan. El Mumo es uno de ellos y Comodoro tiene su bandera eterna en Rumania, gracias a Peralta, el hoy padre, esposo y ex jugador que regresó a una tierra que lo une eternamente.