La provincia de Neuquén declaró la emergencia vial en las rutas que conducen a Vaca Muerta, como respuesta a un escenario de creciente siniestralidad y colapso logístico. Entre enero y mayo de este año se registraron al menos 55 accidentes, con cinco víctimas fatales, y desde 2023 el número total asciende a 253 siniestros, según datos del sistema Sigivi y de la Policía provincial. La mayoría de los incidentes involucran camiones de gran porte o vehículos que trasladan trabajadores del sector petrolero, en corredores como las rutas provinciales 7 y 51, donde se concentra gran parte del tránsito vinculado al desarrollo hidrocarburífero.
La emergencia, decretada por el Ejecutivo neuquino, incluye restricciones horarias para la circulación de transporte pesado entre las 7 y las 10 y de 18 a 21, la reducción de la velocidad permitida en tramos críticos, y la puesta en marcha de controles fijos y operativos sorpresa cada 10 kilómetros. También se definió un paquete de medidas de corto y mediano plazo que comprende obras de demarcación vial, reprogramación de semáforos, reparación de calzadas, creación de playas para camiones y reactivación de balanzas. Paralelamente, se convocó al Consejo Provincial de Tránsito, un nuevo ámbito interinstitucional que reúne al gobierno provincial, sindicatos, fuerzas de seguridad y empresas del sector, con el objetivo de coordinar un plan integral para mejorar la seguridad vial.
El abordaje contempla, además, la colaboración del sector privado en el financiamiento de obras estratégicas, como la pavimentación de rutas alternativas en el entorno de Añelo. La emergencia vial en Vaca Muerta no se limita a medidas coyunturales: es también un primer paso hacia la resolución de un problema estructural de infraestructura vial que amenaza el crecimiento sostenido del mayor polo energético del país.
La advertencia del IAPG
A principios de mayo, un informe del Instituto Argentino del Petróleo y Gas (IAPG) alertó sobre el estado crítico de las rutas en la Cuenca Neuquina. El relevamiento, realizado en 15 puntos entre Neuquén y Río Negro, indica que los accesos a Vaca Muerta presentan altos niveles de saturación, especialmente entre las 7 y las 9 y entre las 18 y las 20, horarios en los que también se incrementa la cantidad de siniestros.
Uno de los tramos más conflictivos identificados es la Ruta Provincial 7, entre Tratayén y Vista Alegre, donde el tránsito pesado alcanza el 17,6%. En otros sectores, como la Ruta Nacional 151 a la altura de Barda del Medio, la participación de camiones llega al 13,9%. El estudio concluye que, sin una planificación integral, la expansión de la actividad hidrocarburífera continuará tensionando un sistema vial que no ha sido adaptado al ritmo del crecimiento productivo.
Colaboración público-privada: las petroleras financiarán obras clave
La declaración de emergencia se complementa con un acuerdo entre el gobierno neuquino y diez empresas agrupadas en la Cámara de Exploración y Producción de Hidrocarburos (CEPH) para financiar la pavimentación de un bypass de 51 kilómetros sobre las rutas 8 y 17, en el perímetro de Añelo.
El objetivo es descomprimir la Ruta Provincial 7, uno de los principales accesos a Vaca Muerta.
El financiamiento —por unos US$ 50 millones— será canalizado a través de un fideicomiso específico. YPF, PAE, Tecpetrol, Vista, Shell y Pluspetrol aportarán US$ 6,8 millones cada una, mientras que TotalEnergies, Pampa Energía, Chevron y Phoenix completarán el resto con montos de US$ 2,58 millones por compañía.
La obra será ejecutada bajo la modalidad de donación con cargo al Estado provincial, que implementará un sistema de peaje para asegurar el mantenimiento y repago de la infraestructura.
Traspaso de rutas de Nación a la provincia
Mientras avanza la estrategia provincial, el deterioro de rutas nacionales también genera fricciones entre las provincias y el gobierno central.
Un estudio de Vialidad Nacional reveló que solo el 47,5% de los más de 19.000 km relevados de la red nacional están en buen estado.
El gobernador de Río Negro, Alberto Weretilneck, criticó la falta de inversión en mantenimiento pese a la recaudación del impuesto a los combustibles.
En Neuquén, el gobierno firmó con Nación el traspaso del tramo urbano de la Ruta Nacional 22 a la órbita provincial. Se proyectan obras de duplicación de calzadas, construcción de puentes y reordenamiento vial entre el Tercer Puente y Casimiro Gómez, un sector clave para el tránsito interurbano y el vínculo con Vaca Muerta.
Una agenda a largo plazo para la infraestructura de Vaca Muerta
El plan del gobierno neuquino incluye medidas inmediatas, como restricciones horarias y operativos de control, pero también contempla un cronograma de obras a mediano y largo plazo. En los próximos seis meses se realizarán tareas de señalización, bacheo y reconstrucción de rotondas, y se incorporará tecnología para el monitoreo en tiempo real del tránsito. También se desarrollarán campañas de concientización y programas de capacitación vial.
El gobernador Rolando Figueroa afirmó que, sin una infraestructura adecuada, el sector pierde hasta US$ 70 millones anuales por demoras logísticas. En ese contexto, la articulación entre Estado y empresas aparece como una herramienta para acelerar soluciones ante la falta de obra pública nacional. La emergencia vial en Vaca Muerta, en definitiva, expone la necesidad de integrar infraestructura, logística y planificación territorial al modelo de desarrollo energético.