Un grave caso de violencia e incomunicación fue detectado en Bariloche, donde una mujer fue hallada encerrada en una habitación por más de dos meses y su hijo adolescente vivía en una carpa en el patio. El hecho ocurrió en una vivienda ubicada sobre calle Sáenz Peña, donde intervinieron la SENAF y el Ministerio Público Fiscal.
La Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia tomó conocimiento del caso tras una denuncia cuya procedencia no fue informada oficialmente. Al llegar al domicilio, comprobaron que el adolescente dormía en una carpa precaria, donde también guardaba todas sus pertenencias. En el interior de la casa, se encontraba su madre encerrada en una habitación cerrada con llave.
ALLANAMIENTO Y RESCATE
Los oficiales de justicia que acudieron al lugar no pudieron ingresar inicialmente y solicitaron una orden de allanamiento, que fue concedida. Una vez dentro, encontraron a la mujer privada de su libertad y la derivaron al hospital público para realizarle estudios clínicos y evaluar su estado de salud física y mental.
La situación fue calificada como extrema. La mujer había sido encerrada en contra de su voluntad durante semanas, sin posibilidad de contacto con el exterior, mientras su hijo sobrevivía en condiciones inhumanas.
DETENIDO EL PRESUNTO RESPONSABLE
Durante el procedimiento se presentó en el lugar el propietario de la vivienda, señalado como sospechoso de los hechos. Según testigos, reaccionó de manera violenta e intentó interrumpir el accionar de las autoridades, por lo que fue reducido y detenido.
De acuerdo a información recopilada por Económicas Bariloche, la mujer habría conocido al agresor a través de redes sociales, y con el tiempo se habría generado un vínculo que derivó en este gravísimo episodio de privación ilegítima de la libertad y vulneración de derechos.
El hombre fue notificado formalmente de una causa penal, caratulada como “privación ilegítima de la libertad”. Las autoridades judiciales analizan otras posibles imputaciones.
Por su parte, el menor quedó a resguardo de la SENAF, que se encargará de su protección y seguimiento. Se investiga si hay otros antecedentes de violencia o denuncias previas relacionadas con esta persona.