Durante la mañana del lunes, alrededor de las 11:00, se produjo un incendio en una vivienda ubicada en la intersección de las calles 41 y 82, en el Barrio 22 de Septiembre de Río Gallegos.
El siniestro comenzó cuando una olla con comida, que había sido dejada sobre un quemador conectado a una garrafa de gas, cayó y el fuego se propagó al contacto con una cortina, generando un foco ígneo que rápidamente comenzó a extenderse en el interior de la vivienda.
Vecinos alertaron a las autoridades y personal de la División Comisaría Séptima fue notificado por el Centro de Despacho. Al llegar al lugar, encontraron que el incendio ya estaba siendo combatido por trabajadores municipales del área de servicios, quienes utilizaron un camión cisterna de agua potable para contener las llamas antes de la llegada de los Bomberos. Esta rápida intervención fue clave para evitar que el fuego se propagara a viviendas linderas y causara daños mayores o lesiones a personas.
Minutos después arribó una dotación de Bomberos que logró extinguir completamente las llamas y realizó las tareas preventivas correspondientes. La vivienda afectada, de aproximadamente ocho metros cuadrados, sufrió daños materiales significativos, aunque el fuego no se extendió a otras casas cercanas.
En el interior del domicilio se encontraba un joven de 21 años, quien relató que al momento del incendio estaba descansando y explicó cómo se originó el fuego. Tras las pericias realizadas, Bomberos determinaron que el incendio fue de carácter accidental, provocado por el contacto del fuego con material combustible.
El propietario fue atendido en el lugar por personal médico, quienes confirmaron que no presentaba lesiones y no requirió traslado al hospital. La Policía realizó las diligencias de rigor en la vivienda afectada para completar el informe del incidente.
La rápida y efectiva actuación de los trabajadores municipales y Bomberos evitó una tragedia mayor en el barrio 22 de Septiembre, donde la colaboración entre vecinos y fuerzas de seguridad fue fundamental para controlar la emergencia a tiempo.
Respecto al operativo, la Comisaría Séptima desplegó personal en la zona para ordenar el tránsito y colaborar en la logística del operativo. Por su parte, el Servicio de Urgencias Municipales trabajó para contener la situación y asistir al damnificado, dejando en claro que ante la emergencia, las instituciones pueden y saben trabajar de manera conjunta.
Por último y una vez extinguido el fuego, se realizó una ventilación completa del ambiente afectado, para asegurar que no quedaran gases tóxicos ni focos residuales que pudieran reactivar las llamas. Finalmente, tanto el personal como los móviles regresaron a sus bases sin novedades.
Con información de El Caletense y La Opinión Austral, editada y redactada por un periodista de ADNSUR
