La política de “mano dura” contra la falta de disciplina en el ámbito estatal que impulsa el gobierno de la provincia de Neuquén sigue su curso con determinación. En este contexto, en las últimas horas salió a la luz un caso llamativo: un médico que dejó de asistir a su puesto sin previo aviso, y luego se descubrió que había viajado primero a Chile y después a Estados Unidos.
El gobernador Rolando Figueroa firmó el decreto que oficializa la exclusión definitiva del servicio público provincial de Leandro Alberto Villafañe, quien trabajaba en el Hospital “Dr. Gregorio Álvarez” de Chos Malal.
Al profesional se le atribuyó abandono del cargo durante el período comprendido entre el 26 de febrero y el 6 de julio de 2022. Aunque esa fue la franja temporal investigada formalmente, lo cierto es que Villafañe nunca retornó a su puesto.
El Ministerio de Salud ordenó una investigación interna para esclarecer su conducta, ya que no existía una renuncia presentada de manera formal. Fue notificado y citado para ofrecer su versión de los hechos, pero no respondió ni se presentó.
Los responsables del sumario determinaron que había evidencia suficiente para considerar al médico como responsable de una falta administrativa. Entre los elementos considerados, se destaca que no presentó certificados médicos que justificaran su ausencia. Además, se verificó que había entregado su vivienda el 28 de enero de 2022, según confirmó la inmobiliaria, tras rescindir el contrato de alquiler.
A esto se suma que, el 8 de noviembre de 2023, la Dirección Nacional de Migraciones informó que Villafañe se encontraba en Chile desde el 20 de marzo de 2022. Posteriormente, se supo que se había radicado en Estados Unidos, donde fue contactado. El 21 de noviembre de 2024, envió una copia de su documento nacional de identidad, junto con un mensaje: “Comparto mi identificación personal para dejar constancia de que estoy al tanto del sumario administrativo en mi contra”.
En el expediente también se consigna que Villafañe sostuvo que había creído que su renuncia había sido aceptada, aunque reconoció que, al no haberla presentado por escrito, esta fue interpretada como un abandono de sus funciones.