En el actual escenario de inflación y tasas de interés en descenso, cada vez más argentinos buscan alternativas para proteger sus ahorros. La baja en el rendimiento del plazo fijo tradicional, determinada por las decisiones del Banco Central en los últimos meses, deterioró su capacidad para ganarle a la inflación y obligó a los pequeños ahorristas a mirar otras herramientas.
El acceso a plataformas digitales y el desarrollo de nuevas propuestas de inversión facilitaron la participación de sectores que hasta hace pocos años estaban alejados del mercado financiero. Esto incluye principalmente a jóvenes profesionales, trabajadores independientes y familias que, ante la pérdida constante del poder adquisitivo, buscan evitar la inmovilización de sus pesos.
FIN DEL PLAZO FIJO COMO ÚNICA OPCIÓN
Hasta hace poco, el plazo fijo era una de las alternativas más usadas por quienes buscaban resguardar valor sin asumir riesgos. Sin embargo, hoy su rendimiento real es negativo frente al aumento de precios. Dejar los pesos quietos, en este contexto, implica una pérdida de poder de compra.
En respuesta, ganaron terreno opciones de inversión que permiten diversificar, acceder con montos bajos y elegir entre diferentes niveles de riesgo, muchas de ellas disponibles desde aplicaciones móviles o sitios web sin necesidad de intermediarios costosos.
PRINCIPALES HERRAMIENTAS DISPONIBLES
Entre las alternativas que más crecieron se encuentran las obligaciones negociables (ON). Se trata de instrumentos de deuda emitidos por empresas privadas que ofrecen intereses superiores al plazo fijo, especialmente en el caso de compañías consolidadas. Muchas ON permiten también dolarizar los ahorros de forma legal, sin recurrir al mercado paralelo.
Otra opción cada vez más usada son los fondos comunes de inversión. Estos agrupan el dinero de muchos inversores y lo colocan en activos diversos: bonos, acciones, instrumentos atados a la inflación o al dólar. Según Infobae, puede ingresar con montos bajos y retirar fondos en cualquier momento, lo que los convierte en una alternativa flexible para perfiles conservadores o moderados.
Las cauciones bursátiles y cuentas remuneradas permiten mantener el dinero en movimiento a muy corto plazo, en general entre 1 y 7 días. Aunque el rendimiento es menor, ofrecen liquidez y bajo riesgo, por lo que suelen utilizarse para intervalos entre inversiones más grandes.
También están los fideicomisos financieros, que canalizan el capital hacia proyectos específicos como préstamos al consumo o desarrollos inmobiliarios. Son menos conocidos por el público en general, pero representan una vía para quienes buscan diversificar con tasas más atractivas y estén dispuestos a asumir un riesgo intermedio.
¿EN QUÉ CONVIENE INVERTIR?
No hay una respuesta única. La elección depende del perfil de riesgo, el plazo y el objetivo del inversor. Quien busca preservar el valor de sus ahorros a corto plazo no tomará las mismas decisiones que quien planea armar un capital a mediano o largo plazo.
Por eso, los especialistas recomiendan primero identificar necesidades y tolerancia al riesgo, y luego elegir una estrategia acorde. En muchos casos, la combinación de distintas herramientas —algunas más líquidas, otras con mayor rendimiento— permite equilibrar el portafolio sin poner en riesgo todo el capital.
LA PRIMERA INVERSIÓN: INFORMARSE
En un país con alta volatilidad, inflación y cambios de reglas frecuentes, la información se convierte en un activo clave. Conocer las alternativas, evitar promesas de rentabilidad rápida y consultar fuentes confiables son pasos fundamentales para empezar a invertir con criterio.
Hoy, participar del mercado financiero no está limitado a quienes tienen grandes sumas. Existen opciones pensadas para pequeños montos que, utilizadas con planificación, pueden marcar la diferencia entre conservar o perder valor en el tiempo.