Banner-cabecera-Cable-Canal

Eka necesita con urgencia un medicamento millonario y lanzan una campaña solidaria para comprarlo

 Ekatherina tiene dos años y enfrenta una lucha que no da respiro. A la espera de un trasplante de corazón, su estado de salud se agravó por una infección bacteriana y necesita con urgencia un medicamento que no se consigue en Argentina. Se trata de Dificlir, un antibiótico especializado que debe importarse desde Estados Unidos o Uruguay, con un costo total estimado en $ 3.000.000.

El fármaco es indispensable para combatir una bacteria llamada Clostridium difficile, que puede agravar significativamente su condición. Ante este nuevo obstáculo, su familia lanzó una campaña solidaria para juntar el dinero y traer cuanto antes el medicamento al país.

“Cada aporte, por más pequeño que sea, suma un montón para que podamos traerlo cuanto antes”, expresaron desde la cuenta de Instagram @uncorazonparaekatherina, donde también compartieron el alias para colaborar: todosporeka.

La historia de Eka conmovió a toda la ciudad y se volvió visible a nivel nacional desde febrero, cuando se conoció que sufre miocardiopatía dilatada, una enfermedad grave que debilita el corazón y lo obliga a trabajar en exceso. Está en lista de espera del Incucai para recibir un trasplante, pero su situación es crítica.

“Ekita no tiene más tiempo”, contó días atrás una publicación realizada por la cuenta que da detalles sobre la evolución de la niña, en lo que fue la convocatoria de un abrazo simbólico en el Hospial Italiano de Buenos Aires.

Desde entonces, la familia vive con un solo objetivo: sostener la vida de Eka mientras llega el corazón que necesita. Sin embargo, la infección por Clostridium dificultó aún más el cuadro y volvió urgente la compra del Dificlir, un medicamento escaso y de alto valor. “Este antibiótico es clave para cuidar la salud de Eka”, remarcaron sus allegados.

A su corta edad, Eka ya pasó más de la mitad de su vida internada, conectada a bombas de medicación y rodeada de médicos. Pero también estuvo siempre rodeada de amor. “Merece vivir, merece crecer, jugar, ir al jardín, reírse fuerte y quedarse dormida abrazada a sus peluches”, escribió su madre en un posteo que movilizó miles de corazones.

Hoy, ese deseo necesita transformarse en acción. “Es ahora. No hay tiempo. Cualquier ayuda, compartir o difundir ya es muchísimo”, afirman desde su entorno. Y repiten un mensaje claro: “Donar es dar vida”.