La investigación por el crimen de Marcela Tagariello, la policía asesinada mientras intentaba atrapar a un ladrón en Puerto Madryn, avanza a paso firme. Horas después de la detención del acusado, identificado como Lucas Entraigas, se logró secuestrar el arma que habría sido utilizada en el homicidio. También se incorporaron al expediente imágenes que muestran al sospechoso merodeando la zona del crimen poco antes de que todo ocurriera.
Con esas primeras evidencias, la Fiscalía formuló durante la audiencia de este viernes la acusación por homicidio doblemente agravado, por haber sido cometido con el fin de consumar un robo y por tratarse la víctima de una integrante de una fuerza de seguridad, según informó Canal 12. En el caso de que fuera declarado culpable, la pena sería de prisión perpetua.
La jueza penal Patricia Reyes consideró que el caso cumple con los requisitos necesarios para dictar la prisión preventiva, por lo que decidió que Entraigas permanezca detenido durante el plazo de seis meses, mientras avanza la investigación.
EL HALLAZGO DEL ARMA Y LAS IMÁGENES QUE PERMITIERON IDENTIFICAR AL ACUSADO
En declaraciones a FM del Viento, el fiscal general Alex Williams brindó detalles sobre la investigación que permitió identificar a Entraigas, quien se encontraba en libertad condicional y había sido condenado a cuatro años de prisión por robo. Según informó, imágenes de cámaras de seguridad de la zona lo muestran merodeando la zona del crimen poco antes del hecho.
Fue con esos datos que lograron identificarlo y realizaron el allanamiento donde lo detuvieron, en una vivienda ubicada a solo 300 metros de la casa a la que había ingresado a robar.
El fiscal explicó que Tagariello llegó al lugar del robo junto a dos agentes, luego de recibir un alerta. Cuando entró, comenzó a perseguir al asaltante, quien corrió hacia una habitación ubicada en el fondo de la propiedad. Fue ahí donde la policía lo encontró, mientras tenía retenida a la dueña de la casa y la amenazaba con un arma.
Williams detalló que Tagariello llegó a dar la voz de alto, a lo que el ladrón respondió con al menos dos disparos a corta distancia. Uno impactó en el chaleco antibalas de la víctima, mientras que el otro le ingresó por la axila izquierda, provocándole la muerte.
Aunque en el momento de la detención los investigadores no hallaron el arma homicida, horas más tarde encontraron un revólver calibre .38 que, según señaló el fiscal general, coincidiría con el arma utilizada en el crimen. Para la confirmación, es necesario aguardar los resultados de las pericias.