El pasado 14 de julio se conoció una impactante noticia que generó conmoción en el mundo del deporte argentino. La exboxeadora Alejandra “Locomotora” Olivera sufrió un ACV (Accidente Cerebrovascular) isquémico y quedó internada en la Unidad de Terapia Intensiva del Hospital “Dr. José María Cullen” de Santa Fe.
El hecho causo sorpresa y generó preocupación por su estado de salud. En este marco y a 10 días del hecho, se conoció un nuevo parte de salud, brindado por el centro médico.
Según precisaron en el documento, “actualmente se encuentra estable hemodinámicamente, en asistencia mecánica respiratoria, y sin cambios neurológicos respecto a los días previos”, indicó el informe firmado por el director del hospital, Bruno Moroni.
El parte también señala que su pronóstico sigue siendo reservado, y que la prioridad del equipo médico es conservar el funcionamiento de los órganos vitales mientras avanza el proceso de descompresión cerebral.
Por su parte, el jefe de Terapia Intensiva del hospital, Néstor Carrizo, había anticipado días atrás que los próximos partes “podrían resultar repetitivos”, siempre y cuando la evolución de Oliveras se mantuviera lenta pero estable.
Aunque por el momento los médicos evitan hacer estimaciones concretas, ya advirtieron que la paciente presentará secuelas neurológicas, producto de una lesión cerebral irreversible, cuyo alcance aún no ha sido determinado.
QUÉ ES UN ACV Y CUÁLES SON LOS SÍNTOMAS COMUNES
Un accidente cerebrovascular (ACV) ocurre cuando se interrumpe o disminuye de forma significativa el suministro de sangre al cerebro. Esto impide que las células cerebrales reciban oxígeno y nutrientes, lo que puede provocar daños graves en poco tiempo. Sin embargo, existen dos tipos:
* ACV isquémico: Es el más frecuente y se produce cuando un coágulo obstruye una arteria cerebral, impidiendo el flujo sanguíneo.
* ACV hemorrágico: Sucede cuando un vaso sanguíneo en el cerebro se rompe, provocando una hemorragia dentro del tejido cerebral.
En tanto, los síntomas a tener en cuenta, son los siguientes:
* Debilidad o falta de sensibilidad repentina en la cara, el brazo o la pierna, especialmente de un solo lado del cuerpo.
* Dificultad para hablar o comprender lo que otros dicen.
* Pérdida del equilibrio, problemas al caminar o sensación de mareo.
* Dolor de cabeza muy intenso y repentino, sin causa aparente.
QUÉ HACER ANTE UNA SOSPECHA Y CÓMO PREVENIRLO
Ante cualquier señal de ACV, es esencial actuar con rapidez. Llamá inmediatamente a emergencias; no intentes trasladar a la persona por tus propios medios. La atención médica urgente puede marcar la diferencia en la recuperación.
Una vez en el hospital, el equipo médico evaluará el caso para definir el tipo de ACV y aplicar el tratamiento más adecuado. Cuanto antes se intervenga, mayores son las posibilidades de minimizar el daño cerebral.
Para reducir el riesgo de padecer un ACV, se recomienda:
* Controlar la presión arterial.
* Mantener un peso corporal adecuado.
* Hacer ejercicio de forma regular.
* Evitar el consumo de tabaco.
* Seguir una alimentación equilibrada.
* Vigilar y tratar condiciones como la diabetes.
Con información de TN, redactada y editada por un periodista de ADNSUR