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Los comodorenses que estafaron a una jubilada deberán devolver los millones que le robaron a la víctima

 Las estafas virtuales bajo la modalidad conocida como “cuento del tío” son cada vez más frecuentes en Argentina, y suelen tener como blanco a personas mayores. Los estafadores, mediante llamadas telefónicas o mensajes, simulan ser familiares o conocidos cercanos en situaciones de urgencia: accidentes, enfermedades y avisos sobre supuestos cambios en el régimen económico que obligan a sacar los ahorros del “colchón”.

La manipulación emocional es la principal herramienta que utilizan para provocar una reacción rápida y lograr que sus víctimas entreguen dinero o bienes.

Estas bandas están organizadas y planifican cada movimiento. Uno de los delincuentes se comunica con la víctima haciéndose pasar por un familiar -usualmente un hijo o nieto- y le informa que enviará a un supuesto amigo o abogado de confianza a retirar dinero para resolver el problema. En medio del desconcierto, muchas personas, especialmente adultos mayores, entregan sus ahorros sin saber que están siendo engañadas.

Este fue precisamente el caso ocurrido en Esquel, donde una mujer de 87 años entregó 200 mil dólares y tres millones de pesos tras una llamada desesperante. Los responsables del delito fueron juzgados y condenados en las últimas horas. La víctima fue clave para esclarecer el hecho, y el fallo puso el foco en cómo los delincuentes aprovecharon su vulnerabilidad.

CONDENAS FIRMES Y REPARACIÓN ECONÓMICA

El juez penal Carlos Richieri condenó a los comodorenses Maximiliano y Cristian Esteban a tres años y seis meses de prisión efectiva, por haber engañado y estafado a la mujer en Esquel mediante el “cuento del tío”. La madre de ambos, Marta Traico, fue condenada a dos años de prisión en suspenso por su participación en el ocultamiento del dinero.

La víctima recibió una llamada en la que le hicieron creer que su hijo sufría un infarto. Le pidieron que entregara una valija con dinero a un supuesto amigo. De esa manera, entregó todos sus ahorros: 200 mil dólares y tres millones de pesos.

Luego se comprobó en juicio que Maximiliano Esteban fue quien ingresó al domicilio para retirar el dinero, mientras su hermano Cristian lo esperaba en un vehículo afuera. Más tarde se reunieron con su madre en Comodoro Rivadavia, quien colaboró en ocultar el dinero utilizando su camioneta.

El fallo también contempla una reparación económica: los condenados deberán pagar a la víctima 200 mil dólares y tres millones de pesos por daño moral, más intereses. Además, se ordenó el decomiso de los vehículos utilizados en el hecho —un Volkswagen Up y una Toyota SW4—, que quedarán afectados a la reparación civil.

El juez valoró especialmente el testimonio de la mujer, a quien describió como clara, coherente y verosímil. La sentencia resaltó la planificación del delito, el aprovechamiento de la vulnerabilidad y la manipulación emocional como agravantes. La investigación fue impulsada por la fiscal jefa de Esquel, María Bottini, junto al procurador fiscal Ismael Esteban Cerda.

Una nueva audiencia se celebrará este viernes 11 de julio ante dos jueces penales de Esquel, a pedido de la fiscalía, para revisar la situación cautelar de los hermanos condenados. Hasta entonces, deberán presentarse ante la Oficina Judicial de Comodoro Rivadavia.