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Un comodorense fue asesinado mientras combatía como soldado en la guerra de Ucrania

 Emmanuel “Coca” Vilte, el argentino que combatía en la guerra de Ucrani y fue asesinado por un drone ruso, era vecino de Comodoro. Murió a los 39 años, en la ciudad de Pokrovsk, al este del país, tras ser alcanzado por un drone en plena batalla.

Nacido y criado en la ciudad, estudió en la escuela Juan XXIII y en el Colegio Magisterio. Cuando terminó la secundaria, en 2004, quiso ser policía, pero debía algunas materias y no pudo ingresar a la fuerza. Así decidió entrar como voluntario al Ejército Argentino, donde comenzó su vínculo con las fuerzas armadas.

Durante cuatro años integró la Compañía de Comunicaciones 9. Allí aprendió instrucción militar, desde aprender a disparar con FAL o 9 milímetros, hasta estudiar táctica y estrategia militar.

Por problemas personales pidió la baja, una decisión de la que luego se lamentó. Sin embargo, eso fue lo que lo motivó a incorporarse a la Legión Internacional de Defensa Territorial de Ucrania.

“Yo amaba el Ejército, pero pedí la baja porque tenía unos problemas familiares”, contó a ADNSUR en septiembre de 2022. “La verdad es que me arrepentí totalmente porque tendría que haber seguido lo que quería y no haber elegido otra cosa, pero bueno las cosas se dieron así”, decía con nostalgia.

DE REPOSITOR A LA GUERRA

Emmanuel trabajó en varios rubros y el último fue como repositor de supermercados, reponiendo aguas y bebidas. No se sentía feliz, por lo que cuando se enteró del conflicto entre Ucrania y Rusia, y la incorporación de extranjeros para las fuerzas armadas ucranianas, entendió que era su oportunidad.

“Cuando empezó la guerra vi que iban a reclutar gente para que venga a luchar por Ucrania. Estuve buscando durante tres meses algún contacto, mandé correos a la embajada, pero nada, hasta que conseguí un contacto por un muchacho ucraniano que vino a Calafate. Vi una nota que le hicieron en TN, me contacté con él y ahí surgió la posibilidad de ir para allá”, explicó.

Al explicar qué lo llevó a tomar esa difícil decisión, no dudó: “Fue por lo que pasó con el Ejército. Por cuestiones personales me retiré, pero quedaba algo pendiente en mi vida, porque yo trabajaba de repositor pero no era feliz. Entonces cómo estaba la posibilidad de venir para acá, me vine a cumplir un sueño porque uno nació para vivir esto”.

“La realidad es que salí de mi zona de confort, que era ir trabajar y volver y sentía que no era para mi. Con mi edad ya no me tomaban para el ejército, Entonces me sume a esta buena causa, por más que sea una guerra”, agregó en ese momento, sin saber que el conflicto se extendería tanto tiempo y tendría designado para él un trágico final.

Esa incertidumbre quedaba clara en lo que imaginaba al emprender el viaje rumbo a Ucrania. “Yo quiero quedarme entre 6 meses y un año, pero vamos a ver qué pasa porque uno se puede ir en el momento que quiere. Hoy te digo que quiero ir a la guerra, ayudar a la gente, poner mi granito de arena y dar una mano en lo que pueda uno. Tampoco uno es Rambo, uno quiere ayudar en la injusticia que se vive en ese país, porque tampoco es justo que te roben las tierras”, explicó.