El reconocido actor Pablo Alarcón protagonizó este martes un accidente de tránsito que encendió la alarma en la Ciudad de Buenos Aires. Según se supo, mientras conducía por la Avenida Córdoba, sufrió un accidente cerebrovascular (ACV) que lo llevó a perder el control del vehículo e impactar contra cuatro autos que estaban estacionados en la calle.
El hecho ocurrió este martes 22 de julio y fue confirmado por el titular del SAME, Alberto Crescenti, en declaraciones a la prensa.
Según detalló, Alarcón fue rápidamente asistido por personal del sistema de emergencias, que lo estabilizó en el lugar y procedió a trasladarlo a un hospital porteño para una evaluación más profunda.
QUIÉN ES PABLO ALARCÓN
Nació el 9 de septiembre de 1946 en Pellegrini, provincia de Buenos Aires, y es un reconocido actor argentino con una extensa trayectoria en teatro, televisión y espectáculos independientes. A lo largo de su carrera participó en recordadas producciones televisivas como Regalo del cielo, Mujercitas y Alta comedia. En 2006 formó parte del popular programa Bailando por un sueño, aunque fue el primer eliminado.
Formado con grandes maestros de la actuación en Argentina como Agustín Alezzo y Carlos Fernández, también completó su capacitación artística en el exterior, estudiando con el grupo Jean Lecoq y el legendario Living Theatre. En la actualidad, continúa perfeccionándose en canto, música y expresión corporal.
Además de su trabajo en la pantalla, Alarcón ha desarrollado una prolífica carrera teatral. Participó en más de 25 obras, entre ellas Drácula, El curioso incidente del perro a medianoche, Plaza Suite, La gaviota, Discurso de la servidumbre voluntaria, El cocinero (historia brutal de la comida) y El beso (de Kus). En varias de estas propuestas también se desempeñó como productor, director, autor o músico, demostrando una versatilidad artística que lo ha acompañado a lo largo de décadas.
QUÉ ES EL ACV Y CÓMO PREVENIRLO
El accidente cerebrovascular (ACV), también conocido como ataque cerebral, es una urgencia médica que ocurre cuando el flujo sanguíneo hacia el cerebro se interrumpe o se reduce drásticamente. Esta falta de oxígeno y nutrientes puede provocar daños graves o la muerte de células cerebrales en cuestión de minutos.
Existen dos tipos principales de ACV. El más frecuente es el isquémico, causado por la obstrucción de una arteria debido a un coágulo. El otro, menos común pero más letal, es el hemorrágico, que se produce por la ruptura de un vaso sanguíneo en el cerebro y el consecuente derrame.
Reconocer los síntomas a tiempo puede salvar vidas. Entre las señales de alerta más comunes se encuentran la debilidad repentina en un lado del cuerpo, dificultad para hablar o comprender, mareos, pérdida de equilibrio y dolor de cabeza intenso sin causa aparente.
Ante cualquiera de estos signos, es fundamental actuar de inmediato y llamar a una ambulancia. Llegar rápido al hospital permite a los médicos determinar el tipo de ACV y aplicar el tratamiento más adecuado para minimizar el daño cerebral y mejorar la recuperación.
La prevención también juega un papel clave. Controlar la presión arterial, mantener una alimentación saludable, evitar el tabaco, hacer actividad física y seguir los tratamientos para enfermedades como la diabetes son medidas concretas que reducen considerablemente el riesgo de sufrir un ACV.
Con información de Crónica, TN y Alternativa Teatral, redactada y editada por un periodista de ADNSUR