La desaparición casi simultánea de dos jubilados y dos hombres jóvenes en las últimas semanas no es un hecho aislado, sino el capítulo más reciente de una historia larga y dolorosa para Comodoro Rivadavia.
La ciudad vive sumida en la preocupación y el misterio mientras busca a Juana Morales (69), Pedro Kreder (79), Luciano Emanuel Vivar (23) y Héctor Omar Carrasco (30), casos que cobraron relevancia mediática en las últimas horas pero que, en realidad, forman parte de una estadística más amplia y estremecedora: desde la década de 1990, 22 personas permanecen desaparecidas en la ciudad, según confirmó el propio Ministerio de Seguridad de Chubut.
“INVESTIGACIONES QUE SALEN MAL”
La gravedad de la situación es abordada por el ministro de Seguridad de Chubut, Héctor Iturrioz. En una conferencia de prensa, confirmó que en Comodoro hay 22 personas desaparecidas y son casos aún irresueltos.
“Comodoro Rivadavia tiene 22 desaparecidos. El último caso fue el de Diego Barría”
El ministro además admitió que existirían causas que aún no han podido esclarecerse por “falta de información” y fue más allá al señalar que muchas de estas desapariciones serían producto de “investigaciones que salen mal”, reconociendo así fallas en el procedimiento policial a lo largo de la historia.
LOS CUATRO CASOS QUE ENCENDIERON LA ALARMA
La atención pública se centra actualmente en cuatro rostros:
1. Juana Morales y Pedro Kreder: La pareja de jubilados desapareció en la zona de Rocas Coloradas, un lugar que ya es escenario de otro caso sin resolver.
2. Luciano Emanuel Vivar (23): Fue visto por última vez el 16 de octubre en el km 8. Tiene 1,75 metros de estatura, contextura robusta, tez blanca y cabello corto, lacio y negro.
3. Héctor Omar Carrasco (30): También desapareció el 16 de octubre, cuando salió de su casa en el barrio Máximo Abásolo.
EL CASO BARRÍA: UN SÍMBOLO DE LA IMPUNIDAD
El ministro Iturrioz mencionó el caso de Diego Barría como el último antes de esta nueva ola, un expediente que encapsula la frustración y el misterio que rodean a estas desapariciones.
Barría, de 32 años, desapareció en febrero de 2023 luego de salir a recorrer la zona de Puerto Visser y Rocas Coloradas en su cuatriciclo. El vehículo fue encontrado horas después sobre la playa, con daños en la carrocería. Junto a él, su casco y un estuche de lentes, incrementando la incertidumbre.
La búsqueda se mantuvo durante meses hasta que, en febrero de este año, un grupo de pescadores capturó un cazón (tiburón) de 1,5 metros. Al abrirlo, descubrieron en su interior parte de un brazo humano. La familia de Barría logró identificar el miembro por un tatuaje de una rosa verde y roja, una esperanza macabra que se esfumó cuando la Fiscalía informó que el estudio de ADN no podía realizarse por la avanzada descomposición de la prueba. El caso, oficialmente, sigue abierto, pero sin respuestas.
UN LLAMADO A LA COMUNIDAD EN MEDIO DE LA DESESPERACIÓN
Las autoridades han hecho un llamado enfático a la comunidad para que colabore con cualquier dato que pueda conducir al paradero de las cuatro personas desaparecidas recientemente. Quienes posean información pueden comunicarse de manera urgente con:
* División de Búsqueda de Personas: 297-4082600
* Líneas de emergencia: 101 o 911
* Comisaría más cercana
Mientras las familias de Juana, Pedro, Luciano y Héctor claman por respuestas, Comodoro Rivadavia se enfrenta a una cruda realidad: detrás de estos cuatro nombres hay una lista de 22, un recordatorio de que cada desaparición deja una herida abierta que el tiempo, hasta ahora, no ha podido cerrar.



