La violencia dentro de las instituciones educativas volvió a quedar expuesta en Neuquén capital. Este lunes por la mañana, en el Colegio Santa Teresa, un padre ingresó sin autorización al establecimiento y agredió físicamente a un alumno de 17 años, en un episodio que quedó registrado frente a otros padres y trabajadores del colegio.
El caso fue denunciado por Ariel, padre del adolescente atacado, quien relató que todo comenzó por un conflicto escolar que ya estaba resuelto hacía semanas. Según explicó, los hijos de ambas familias cursan el nivel secundario y hace más de un mes se había filmado un video tipo “Ping Pong” para TikTok, típico de las promociones de quinto año.
En ese contenido, el hijo de la pareja agresora se sintió incómodo o burlado por el resultado del video. La situación había sido elevada a preceptores, el material fue eliminado y el conflicto se dio por cerrado con pedidos de disculpas incluidos.
DE UN DIÁLOGO CORDIAL A UN ATAQUE INCONTROLABLE
A primera hora del lunes, Ariel dejó a su hijo menor en primaria. Al regresar al sector de secundaria, fue interceptado por los padres del alumno molesto con el video, quienes plantearon el reclamo sin violencia. “Me puse a disposición para hablar con el colegio, para que se aclare todo. Nunca imaginé lo que iba a pasar después”, aseguró.
Sin embargo, dos horas más tarde, dentro del establecimiento y mientras Ariel aguardaba en mesa de entrada, el hombre identificado por la familia se abalanzó sobre el adolescente:
“Le preguntó su nombre y de inmediato le pegó un golpe en el estómago. Luego intentó golpearlo en la cara, pero mi hijo alcanzó a cubrirse con la mochila”, relató el padre.
El joven quedó en estado de shock por la agresión física y emocional. El ataque ocurrió en un sector donde no hay libre circulación de adultos, lo que derivó en cuestionamientos directos a la institución.
Tras el golpe, la situación se agravó: el agresor tomó un palo que se encontraba en el ingreso y comenzó a amenazar a quienes intentaron frenarlo, hasta que finalmente se retiró del edificio a bordo de su propio vehículo.
“¿QUÉ PASARÍA SI ESTO SUCEDE FUERA DEL COLEGIO?”
La familia del estudiante exigió una respuesta institucional y apuntó a la falta de controles de seguridad. Ariel aseguró que para visitar la secundaria las familias deben anunciarse y registrar datos, algo que el agresor nunca cumplió:
“Si un adulto violento entra sin permiso y golpea a un menor dentro de la escuela, ¿qué podría pasar si se lo cruzan en la calle? Es muy grave.”
Las autoridades escolares señalaron que no presenciaron el ataque porque estaban en una reunión y que intentaron detener la situación cuando pudieron intervenir. Sin embargo, no existe un protocolo de actuación específico para casos de agresión por parte de adultos.
La familia presentó una denuncia policial y busca que el colegio implemente medidas de resguardo para evitar que otros estudiantes sufran situaciones similares. “No estamos tranquilos. Hoy fue mi hijo, mañana puede ser otro”, expresó Ariel, aún conmocionado por la escena.
