El emblemático glaciar Perito Moreno, uno de los principales atractivos turísticos y científicos de la Patagonia argentina, enfrenta un retroceso acelerado y irreversible. En los últimos siete años perdió 1,92 km² de hielo, producto del calentamiento global, el adelgazamiento acelerado y cambios estructurales que ponen en jaque su estabilidad histórica.
Ubicado en el Parque Nacional Los Glaciares, en la Patagonia, este gigante de hielo de aproximadamente 260 kilómetros cuadrados atrae cada año a miles de turistas que se maravillan con sus imponentes paredes de hielo, que alcanzan hasta 60 metros de altura, y con los espectaculares desprendimientos que ocurren en su frente.
Más allá de su valor estético y turístico, el Perito Moreno es un referente científico por ser uno de los pocos glaciares que durante décadas se mantuvo en equilibrio, sin mostrar retrocesos significativos, una rareza en un contexto global de pérdida masiva de hielo.
EL GLACIAR PERITO MORENO: ÍCONO PATAGÓNICO EN RETROCESO IRREVERSIBLE
Durante décadas, este glaciar fue considerado un ejemplo de equilibrio dinámico, manteniendo su frente estable en un contexto global donde la mayoría de los glaciares retroceden aceleradamente.
Sin embargo, en los últimos siete años, el Perito Moreno perdió 1,92 kilómetros cuadrados de hielo, una superficie equivalente a unas 320 canchas de fútbol profesionales, según datos recientes presentados en el Glaciarium, centro de interpretación glaciológica especializado en hielos patagónicos.
Esta pérdida se traduce en un retroceso irreversible, una condición que hasta hace poco parecía improbable para este glaciar que había sorteado los efectos del cambio climático mejor que otros.
El ingeniero geofísico y glaciólogo Pedro Skvarca, de 81 años, es una autoridad mundial en el estudio del Perito Moreno. Con más de tres décadas de monitoreo continuo y mediciones meteorológicas en la zona, Skvarca ha sido testigo del cambio drástico que atraviesa el glaciar.
Durante una reciente conferencia, explicó que el aumento sostenido de la temperatura regional -que en las últimas tres décadas incrementó 1,2 grados centígrados en verano-, junto con el acelerado adelgazamiento del hielo y la pérdida de contacto con las morenas frontales subacuáticas, son los principales factores que explican este deterioro.
UN RETROCESO SIN VUELTA ATRÁS: CAUSAS Y CONSECUENCIAS
El Perito Moreno comenzó a mostrar signos claros de retroceso a partir de 2018, después de mantenerse estable desde 1917. Skvarca señala cinco aspectos clave que explican los cambios observados:
* El calentamiento atmosférico regional que incrementa la fusión superficial y basal del hielo.
* El descubrimiento en 2023 de morenas frontales subacuáticas en el Canal de los Témpanos y Brazo Rico, que el glaciar perdió contacto entre 2018 y 2019, facilitando desprendimientos masivos.
* El acelerado retroceso del frente glaciar, visible en imágenes satelitales comparativas entre 2018 y 2025.
* El aumento de la velocidad del flujo superficial del hielo, que indica una dinámica de desequilibrio.
* La fuerte disminución del espesor del glaciar, con un adelgazamiento de hasta 31 metros en siete años en perfiles cercanos al frente.
Las mediciones realizadas en noviembre de 2024 en el perfil Buscaini, a 8 kilómetros del frente, confirmaron un adelgazamiento de casi 25 metros desde 1996, a una tasa anual de 0,86 metros. Más cerca del frente, la pérdida de espesor fue aún más acelerada, duplicándose en los últimos dos años hasta alcanzar 8 metros anuales. Este adelgazamiento afecta la estabilidad y la capacidad del glaciar para mantener su masa y su forma característica.
IMPACTO TURÍSTICO Y CIENTÍFICO
El retroceso acelerado del Perito Moreno no solo representa una pérdida ambiental sino también un impacto en la actividad turística que gira en torno a este ícono natural. Guías, escaladores y visitantes que durante años han admirado sus desprendimientos y la majestuosidad del hielo, ahora son testigos de un cambio irreversible.
Skvarca, que ha dedicado su vida al estudio del glaciar, es una fuente clave de información para quienes trabajan en turismo, aportando datos científicos precisos y actualizados para comprender la magnitud del fenómeno.
El Glaciarium, donde se presentaron estos datos, es uno de los pocos centros especializados en hielos patagónicos en el mundo, y representa un punto de encuentro entre ciencia, turismo y conservación. Allí, la comunidad local y los visitantes pueden entender mejor el impacto del cambio climático en los glaciares y la urgencia de proteger estos ecosistemas únicos.
Con información de La Nación, editada y redactada por un periodista de ADNSUR