El ambiente dentro de la casa de Gran Hermano se volvió irrespirable. Selva Pérez y Petrona Jérez, quienes en un principio mantenían una relación cercana y cómplice, protagonizaron una fuerte discusión que se convirtió en el episodio más tenso y agresivo de esta temporada. Todo sucedió durante la madrugada, cuando el resto de los participantes intentaba descansar.
La pelea entre Selva y Petrona traspasó todos los límites y dejó a los demás concursantes completamente desconcertados. El detonante del enfrentamiento fue una acusación lanzada por Petrona: aseguró que Selva la golpeó adrede con una almohada mientras dormía. Este presunto ataque desató una reacción inmediata y marcó el quiebre definitivo entre ambas.
“Es mala. No sé qué almohadonazo le pegó la otra, pero no te podés desatar así. Hija de re mil… No tiene calificativo. Lo peor ya lo estamos pasando. No puede ser que una ‘visita’ nos venga a cag… la existencia”, lanzó con furia Eugenia Ruiz, dejando en claro el escándalo que se desató entre Petrona y Selva. “En mi vida he visto tanta maldad junta en un solo cuerpo”, se refirió a Petrona.
Al comienzo del programa, Selva y Petrona parecían tener una buena relación. Conversaban con frecuencia, se confiaban secretos y hasta elaboraban estrategias en conjunto. Sin embargo, con el paso de los días, las tensiones comenzaron a aflorar. La situación se desmoronó por completo tras la denuncia de Petrona, que Selva rechazó categóricamente.
Selva respondió con fuerza a las acusaciones: “Nunca una cosa así. De mentir una agresión. Cuando sabemos que no fue así. Roncaba como loca. Es verdad, agarrá la almohada chica, pero le hago así en la almohada. Está grabado los almohadazos que ella me dio a mí, pero nunca desde la maldad. Fue como le he hecho a Bati”. Y agregó: “Le dije a Gran Hermano que miren meticulosamente. Aparte, se levantó va al baño, y le digo: ‘No fue así. Y de ser así te pido disculpas’. Sé que no fue así”.