Claudia Sánchez está acostumbrada a luchar. Sabe lo que es pasar por momentos difíciles y está lejos de sentirse vencida. En marzo de 2013 fue asesinado su nieto de 13 años, Cristian “Cachilo” Muriano. Más de una década después, pide que la Justicia actué para que su familia no sufra una nueva tragedia.
La mujer reclamó que detengan a Jorge Cancelas, pareja de su nieta Érika Muriano, denunciado por violencia de género. La joven está internada en Caleta Olivia, con fracturas en el rostro y cabeza.
“Los que me conocen saben que pasé por algo muy duro, a mi nietito no lo pude salvar y hoy agradezco a Dios tener a mi nieta tirada en una cama del hospital”, explicó la mujer en diálogo con Ecos del Sur.
Florencia, hermana de Érika, acompañó a su abuela en el reclamo y brindó detalles sobre el ataque que sufrió la joven. “Mi hermana me comentó que él llegó borracho empezó a pegarle rodillazos y piñas, la arrastró por la casa y la empezó a estrangular, ella le pidió ‘no me mates’, alcanzó a empujarlo, salió corriendo y pidió ayuda a sus vecinos”, relató.
Poco después, Érika se descompensó y quedó internada. El caso conmocionó a la comunidad de Caleta Olivia, donde todavía está latente el recuerdo de Antonella Aybar, la joven de 25 años asesinada por su novio hace un mes.
“Que la justicia empiece a actuar como corresponde, que no haya más muertes por femicidio; empiecen a hablar cuando sufran violencia, no se callen; hablen porque detrás de uno hay una familia; hace un mes que mataron a mi hermana y el dolor que llevamos dentro es inmenso”, reclamó Gabriel, hermano de Antonella, en sus redes sociales.
