Una joven madre de 21 años, Juliana Marilín del Valle Ledesma, fue brutalmente asesinada a golpes en Villa Atamisqui, Santiago del Estero, en un caso que conmocionó a la comunidad y que ya tiene a su ex pareja detenida como principal sospechoso.
Juliana, madre de una niña de dos años, fue encontrada sin vida en la mañana del pasado domingo en una vivienda deshabitada del barrio Las Lomitas, donde residía una de sus hermanas, lo que sugiere que pudo haber sido interceptada cuando regresaba de visitarla.
El hallazgo se produjo cuando un vecino, alertado por los ladridos insistentes de sus perros, salió a investigar y encontró el cuerpo de Juliana tendido en el baño exterior de la propiedad abandonada. De inmediato, dio aviso a la policía. Personal de la Comisaría Comunitaria Nº 20 y médicos del hospital zonal constataron que la joven ya no presentaba signos vitales.
El médico forense que examinó el cuerpo observó lesiones visibles en el rostro y signos compatibles con un intento de defensa, lo que indica que la víctima sufrió una agresión violenta antes de su muerte.
La investigación quedó a cargo de la fiscal Cecilia Gómez Castañeda, titular de la Unidad Fiscal de Violencia de Género, quien ordenó el traslado del cuerpo a la morgue judicial para la realización de la autopsia, que confirmó la causa de muerte como asfixia mecánica por compresión, es decir, estrangulamiento. Este dato aporta un elemento clave para la causa, que está caratulada como femicidio.
Tras las primeras averiguaciones, la policía logró identificar y detener a Franco Emanuel Juárez, de 22 años, ex pareja de Juliana y padre de su hija. La detención se realizó en un allanamiento en un domicilio del barrio Lomitas Negra, donde también se secuestraron varios elementos personales, como un celular sin tarjeta ni chip, prendas de vestir y una caja de chicles, que serán sometidos a pericias para aportar pruebas al proceso judicial.
La fiscal Castañeda trabaja para reconstruir las últimas horas de Juliana y esclarecer si fue interceptada al regresar de la casa de su hermana. Además, busca establecer, a través de testimonios de familiares y allegados, cómo era la relación entre la víctima y el imputado antes y después de la separación. Según vecinos, Juliana tenía una personalidad tranquila y reservada, lo que contrasta con la violencia que sufrió. Hasta el momento, Juárez se negó a declarar ante la Justicia.
Las autoridades continúan con las investigaciones, aguardando los resultados de las pericias forenses y científicas que serán fundamentales para avanzar en la causa y lograr justicia para Juliana y su familia.
Con información de Infobae y El Litoral, editada y redactada por un periodista de ADNSUR
