Hasta el momento, se registraron 53 muertes vinculadas al consumo de fentanilo contaminado, distribuido por los laboratorios HLB Pharma y Ramallo. En las próximas horas, se espera que el intendente de Rosario, Pablo Javkin, declare en el marco de la causa tras haber lanzado duras acusaciones contra los fabricantes y su vinculación con el “narcotráfico”.
“Solo dos laboratorios estaban habilitados para importar fentanilo. Esa importación creció durante la pandemia, pero luego se mantuvo en niveles inusuales. Tenemos que saber si parte de ese suministro terminó en circuitos ilegales”, planteó el intendente ante medios locales.
La decisión de convocarlo fue del juez Ernesto Kreplak. “En razón de sus dichos, el juzgado resolvió citarlo para prestar declaración testimonial, a fin de que aporte todos los elementos a su alcance que puedan contribuir a la investigación en curso”, informaron desde el Juzgado Federal Nº3.
La querella por las muertes, que afectaron principalmente a pacientes en Buenos Aires y Rosario, quedó conformada por el Hospital Italiano de La Plata, cinco familiares de víctimas y el Ministerio de Salud de la Nación.
Y en adelante, según publica TN, la Municipalidad de Rosario también se constituirá como parte acusadora.
VINCULACIÓN
El intendente también trazó un paralelismo con el caso del laboratorio Apolo, que explotó en 2016 en Rosario.
“Sus responsables fueron absueltos y terminaron con una probation, limpiando el museo del PJ en San Nicolás”, lanzó, y fue más allá: “La voladura de Apolo tiene a los mismos actores involucrados que ahora. Esos actores, además de tener vínculos con personas ligadas al narco, siguieron operando en los años siguientes”.
Alfarma, la droguería más comprometida en la investigación, tiene sede en Rosario y está vinculada con los laboratorios HLB y Ramallo. “No vamos a tolerar que ningún grupo mafioso opere en Rosario”, sentenció Javkin.
QUÉ ES EL FENTANILO Y PARA QÚE SE USA
El fentanilo es un opioide sintético de alta potencia, entre 50 y 100 veces más fuerte que la morfina. Se utiliza en el ámbito hospitalario para el tratamiento del dolor agudo, especialmente en cirugías, cuidados intensivos y pacientes con enfermedades terminales.
También es empleado en situaciones de dolor crónico resistente a otros analgésicos, siempre bajo estricto control médico. Debido a su potencia, cualquier error en la dosificación, elaboración o manipulación puede tener consecuencias graves, incluso letales.
Características claves:
* Se administra en forma de parches, inyecciones, pastillas o tabletas sublinguales bajo prescripción médica.
* Tiene un alto riesgo de sobredosis, especialmente cuando se usa fuera del ámbito médico.