Pablo Imhoff, conocido mundialmente como “Pablito Viajero”, coronó una hazaña que quedará grabada en la historia de los viajes en moto: unió Ushuaia con Alaska en una travesía que desafió tanto la geografía como la resistencia humana.
Más de 50 mil kilómetros, 15 países, condiciones extremas y una Honda C90 EconoPower de 1992 fueron los ingredientes de esta epopeya que no solo atravesó América, sino que también rompió los límites de lo posible en un vehículo de baja cilindrada.
“PABLITO VIAJERO”, EL YOUTUBER QUE UNIÓ USHUAIA CON ALASKA
Nacido en Santo Tomé, provincia de Santa Fe, Pablo Imhoff dejó atrás a los 27 años una vida estable y convencional como óptico contactólogo para entregarse por completo a su pasión: viajar en moto. Su primer gran viaje fue un periplo que duró más de tres años recorriendo las 23 provincias argentinas y las Islas Malvinas en una Gilera 200.
Esta experiencia inicial no solo lo formó como aventurero y creador de contenido, sino que también le permitió construir una comunidad de seguidores ávidos de sus historias y enseñanzas.
El “Proyecto Alaska” nació como un desafío aún mayor: cruzar todo el continente americano de sur a norte montado en una moto muy poco convencional para un viaje de esta magnitud, una Honda C90 de solo 90 centímetros cúbicos. Tras un obligado parate de un año en Tierra del Fuego por la pandemia, inició oficialmente su recorrido en marzo de 2021 desde Ushuaia, buscando fusionar aventura, minimalismo y conexión directa con la naturaleza.
DESAFÍOS, APRENDIZAJE Y LA “DEUDA PENDIENTE” QUE LE QUEDÓ EN COMODORO
Recorrer lugares tan variados y exigentes como la Ruta 40 argentina, el vasto Salar de Uyuni en Bolivia, los accidentados caminos de Colombia y las fronteras de Centroamérica implicó enfrentar un sinfín de obstáculos. Imhoff vivió tormentas huracanadas, problemas mecánicos, demoras por restricciones migratorias y hasta la negativa de ingresar a Nicaragua, situación que lo obligó a enviar su moto por transporte terrestre mientras él se movilizaba por avión.
Su paso por Comodoro Rivadavia fue especial y revelador. En junio de 2021, durante su paso por la ciudad, Imhoff enfrentó problemas de salud que lo llevaron a resolver un dolor de muela, lo que implicó un desvío de su ruta. Aprovechó para realizar mantenimiento exhaustivo a su motocicleta: limpieza profunda, reparación de una fuga de aceite y arreglo del tren de transmisión en una concesionaria oficial de la moto.
En la ciudad petrolera también probó nuevo equipo de protección para motociclistas, destacando la combinación de confort y funcionalidad necesaria para viajes largos. Sin embargo, el clima extremo, especialmente los fuertes vientos de hasta 100 km/h, le impidieron continuar su marcha por varios días, utilizándolos para cuidar y proteger su equipaje, aferrado a mantener su moto en las mejores condiciones.
En su recorrido por las calles de Comodoro, llegó hasta el Cerro Chenque y quedó impresionado. Además, cuando se dirigía por Avenida Rivadavia, unos agentes policiales lo detuvieron y se llevó un gran susto inicial. Sin embargo, los efectivos resultaron ser fanáticos del youtuber, se tomaron una fotografía, charlaron y hasta invitaron al creador de contenido a conocer las instalaciones donde trabajaban. “Me hicieron asustar los guachos, pero fueron muy buena onda”, aseguró Pablito, entre risas.
“La verdad es que me quedo con muchas ganas de hacer una juntada acá en Comodoro pero todos sabemos la situación actual y no podemos hacer una concentración. En esta ciudad tengo muchos seguidores que me sorprendió, una juntada sería más de 100 personas, es imposible hacerla”, afirmó en aquella ocasión, donde recibió el cariño de los comodorenses a través de las redes sociales y en las calles.
Además, detalló cómo impermeabilizó sus alforjas para protegerlas del barro y la humedad, demostrando un compromiso absoluto con el cuidado de su herramienta fundamental de viaje.
EL CIERRE DE UNA ODISEA Y UN LEGADO DE INSPIRACIÓN
Lo más destacado de su recorrido fue, sin embargo, el constante aprendizaje sobre la vida en ruta y la conexión humana. Cada encuentro, cada mano tendida, cada gesto de amistad se convirtió en el combustible que sostuvo su espíritu pese a las inclemencias.
Finalmente, tras más de cinco años y 50 mil kilómetros, Pablo Imhoff alcanzó Alaska. Su meta simbólica fue llegar a Prudhoe Bay, el punto más norte accesible en moto por carretera, y así culminar un sueño que inició mucho antes de subirse a “Econo”. A través de sus redes sociales, emocionó a su comunidad con palabras de gratitud y reflexión, destacando que dejarlo todo para viajar “fue la mejor decisión de su vida”.
La historia de “Pablito Viajero” trasciende el mero relato de un viaje en moto. Es un canto a la perseverancia, al valor de simplificar y al poder de cumplir sueños con pasión y determinación. Años de aventuras, historias y enseñanzas ahora se condensan en un legado que ya inspira a miles en todo el mundo a creer que, con un espíritu indomable y dos ruedas, el mundo se puede conquistar.