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Gallardo y un dato que hace aún más especial su vuelta a River

El Muñeco será presentado el lunes y debutará 664 días después de su despedida ante Huracán.

El día 664 dG será, al mismo tiempo, el día uno de lo que bíblicamente se define como la parusía de River. La segunda venida del Salvador. De un Marcelo Gallardo que ultima los detalles del ansiado regreso a su tierra. De la que le resulta cada vez más -y más- difícil despegarse.

Cuando el sábado 11, pasaditas las 20.20 (el partido será 20:30) Gallardo pise la hierba híbrida del Monumental, la que imaginó alguna vez en un croquis y que disfrutó durante los dos últimos años de su ciclo anterior, el deté estará concretando ante Huracán su vuelta a casa de manera formal. Y completando -así- su período más breve fuera de ella.

Ese Marcelo Daniel que nunca había superado los cuatro años y tres meses fuera del club desde su fichaje a las Inferiores en 1988, esta vez volverá más rápido que nunca al Liberti.

Un estadio que lo despidió en octubre del 2022 entre lágrimas, experimentando una profunda sensación de desamparo, y que se presume a tope dentro de diez días, atronando con su mantra más especial: el “Muñeeeeco” a bises.

Y para eso está preparándose el mundo River. Para la presentación oficial que se dará el próximo lunes -coincidiendo con el noveno aniversario de la primera Libertadores ganada por el Muñeco como DT en Núñez- y que tendrá su correlato protocolar en el SUM del Monumental. Un evento para el que ya han iniciado los procesos de recopilación de imágenes para el video de bienvenida, además de las pertinentes adaptaciones de logística, como la impresión de la gigantografía backlight que se colocará junto al resto de los futbolistas en el anillo interno del estadio.

Ahora bien: existe una enorme diferencia entre los otros tres retornos del rey y esta vuelta: Gallardo nunca ha regresado siendo Napoleón. Ni tras sus 1.540 días post ciclo en Monaco (entre 1999 y 2003), ni al volver en 2009 luego de los 827 de su última excursión internacional. Tampoco, por caso, se equipara esta esperada reinserción a la vida de River con su estreno como entrenador en 2014.

El que vuelve es un prócer que se baja de la estatua luego de un año y poco más de nueve meses. Y es por eso que en el club, evitando deslices, archivaron rápido la idea de la inmediatez para tener al Muñeco dirigiendo al plantel esta semana en el Camp, dándole a Marcelo Escudero la conducción interina del grupo para afrontar el partido frente a Unión.

Un tiempo que era necesario tomarse

La CD comprendió que antes una vuelta de semejante talla requiere del reacomodamiento personal de Napoleón y también de un proceso de ajuste interno para que la estructura se acomode al molde del viejo-nuevo CEO del fútbol. Lo que implícitamente devendrá de la facilidad para agilizar negociaciones hasta lograr consensos y domar egos de cara a una etapa que burocrácticamente se extenderá hasta el 31 de diciembre de 2025, pero que se regirá tácitamente por la misma regla que en la primera era Gallardo: MG estará en River el tiempo que desee.

Ya confirmada en el almuerzo que mantuvo con Jorge Brito que existe la sintonía fina con la cúpula dirigencia en cuanto al proyecto, el Muñeco también requería de un tiempo para terminar de reunir a su CT, que tendrá a Matías Biscay y Hernán Buján como colaboradores, Pablo Dolce y César Zinelli como profes, más Jorge y Franco Bombicino en el área de kinesiología, Nahuel Hidalgo como videonalista y Mariano Barnao en un rol más gerencial.

Un staff que encarará el nuevo proceso con la zanahoria de la quinta Libertadores como objetivo madre y con la ventaja de reencontrarse con 14 futbolistas conocidos. Algo invaluable al momento de inculcar los métodos y las normas.

Jugadores que van desde históricos como Milton Casco (231 partidos), Franco Armani (209), Nacho Fernández (186) y Gonzalo Martínez (163) a futbolistas cuya explosión se dio bajo la gestión de Martín Demichelis como Miguel Borja (20) y Pablo Solari (19). Buena parte de un grupo que se quebró dentro del vestuario cuando el 16 de octubre del 2022, Gallardo daba su última arenga, su última charla. Su réquiem futbolístico.

Un Muñeco que, derrota frente a Rosario Central mediante y ya vestido con una camiseta estampada para la ocasión, veía con su pequeñe Benjamín a upa los fuegos artificiales de su despedida, quizás sin caer del todo y en un Monumental en penumbras, tristón, en el que sus hinchas sólo tenían ganas de ver otra vez allí a Napoleón. El hijo que menos de dos años después, volverá este lunes.

Nunca había tardado tan poco en hacerlo.

El destino sabrá por qué.

Fuente: OLE