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Encontraron un cadáver en descomposición dentro de un ropero: el oscuro secreto del expolicía condenado

 Un macabro hallazgo sacudió a la ciudad de Córdoba el pasado sábado cuando dos albañiles que realizaban refacciones en un edificio del centro encontraron un cadáver en avanzado estado de descomposición oculto dentro de un placard sellado con cemento en el departamento 3°B del edificio ubicado en la calle Buenos Aires al 300.

El cuerpo estaba envuelto en mantas, atado con cables y en posición sentada, lo que dificultó la identificación a simple vista. Por su tamaño, los investigadores sospechan que podría tratarse de una mujer y estiman que el cadáver llevaba al menos dos años oculto en ese lugar.

EL IMPACTANTE ESTADO DEL DEPARTAMENTO DONDE SE DESCUBRIÓ EL CADÁVER

El departamento donde se produjo el hallazgo estaba alquilado por Horacio Antonio Grasso, un expolicía condenado en 2009 a 27 años de prisión por el asesinato de Facundo Novillo Cancinos, un niño de seis años baleado durante un ataque narco en Salta en 2007.

Grasso había recibido el beneficio de prisión domiciliaria en 2019 por problemas cardíacos, aunque recientemente había sido trasladado nuevamente a la cárcel de Bouwer por violar las condiciones de ese régimen. El hermano de Grasso, Javier, fue quien contrató a los albañiles para realizar las reformas en el departamento.

El estado de abandono y suciedad del departamento era notable. Vecinos y el encargado del edificio relataron que Grasso vivía en condiciones deplorables: el lugar estaba lleno de basura, con moscas, gusanos, cables colgando, humedad, revoques caídos y suciedad acumulada en pisos, paredes y ventanas.

Además, los vecinos recordaron que el ex policía y sus perros tenían un olor nauseabundo que se percibía en los ascensores y el hall del edificio. También comentaron que Grasso había protagonizado episodios de agresión y gritos, y que el departamento tenía problemas de humedad e inundaciones que él nunca permitió reparar.

QUÉ PASARÁ CON GRASSO TRAS EL DESCUBRIMIENTO DEL CUERPO EN SU DEPARTAMENTO

El hallazgo se produjo luego de que los albañiles alertaran a la policía por el fuerte olor proveniente del departamento. La puerta del ropero estaba tapiada con maderas y cubierta con cemento, lo que aumentó el misterio sobre cómo y por qué el cuerpo fue ocultado allí.

La Justicia de Córdoba inició una investigación para identificar a la víctima, determinar la fecha exacta de su muerte y esclarecer si Horacio Grasso tenía conocimiento o participación en el ocultamiento del cadáver.

Hasta el momento, Grasso no fue formalmente imputado por este hallazgo, pero su situación procesal está siendo analizada por la Fiscalía de Instrucción de Distrito N° 1, a cargo de María Celeste Blasco y subrogada por Florencia Espósito durante la feria judicial.

Los vecinos no habían percibido olor extraño hasta el viernes previo al hallazgo, lo que sugiere que el cuerpo pudo haber estado oculto por años sin ser detectado. La causa conmocionó a la comunidad local no solo por la macabra escena, sino también por la conexión con un expolicía con antecedentes por homicidio que vivía en condiciones deplorables y bajo un régimen de prisión domiciliaria cuestionado.